Tanto en las vacaciones anuales o en los numerosos feriados largos, San Juan sigue siendo una provincia de paso para el turista y no destino final en la planificación del viajero que busca descanso y recreación. Romper con este esquema dentro de la amplia oferta turística existente en el país, no es fácil porque requiere inversión, tiempo y esfuerzo compartido entre el sector estatal y los empresarios del rubro.

La única manera de romper el crónico círculo vicioso de gente que no viene porque no hay servicios y no invertir en servicios porque no vienen visitantes, exige un punto de partida: planificación creatividad y disponer de todas las comodidades para una estadía placentera y prolongada, más allá de los acontecimientos puntuales como la Fiesta del Sol, competencias deportivas o encuentros corporativos.

La nueva gestión a cargo de la ministra de Turismo y Cultura, Claudia Grynszpan, apunta a una política turística integradora con los municipios y la actividad privada para cambiar el perfil receptivo que frena o desaconseja a los visitantes permanecer más días por carecer de motivaciones ofrecidas por los operadores al no contar con las comodidades. Los recursos humanos y financieros están disponibles, tanto por la formación de quienes han iniciado esta nueva etapa, como por los créditos para inversiones.

De acuerdo al adelanto de Grynszpan, el Consejo Federal de Inversiones dispone de líneas para inversión de hasta un millón y medio de pesos con tasa subsidiada y largo plazo de reintegro. Los municipios tienen un papel activo en este etapa porque ven en el turismo una herramienta de desarrollo departamental que ya reditúa y por ello disponen de personal especializado. El programa conjunto de Emprendedor Turístico, es parte de la coordinación de todos los actores incluidas las comunas.

Los servicios son fundamentales para atraer al visitante que demanda no solo buenos caminos y alojamiento sino comunicaciones con todos los sistemas operativos, asistencia mecánica y disponibilidad de transporte público como alternativa para quien no posee su movilidad y desea acceder a zonas actualmente cubiertas por tour previamente contratados. El turismo de aventura, propicio en esta geografía rica en desafíos, también necesita infraestructura para que la aventura no sea llegar a destino.