Creo que no hay países americanos que tengan tan unidas sus fronteras por tantos kilómetros pero, a la vez, estén tan separados por una cordillera que abarca toda la extensión, como ocurre con Chile y Argentina. Tampoco los hay que estén tan unidos en su historia desde lo fundacional hasta la emancipación.

Haciendo esta historia, hemos cumplido el bicentenario de nuestra Independencia, que San Martín organiza para lograr luego la liberación de Chile y Perú, planeando para ello el difícil cruce de la cordillera.

En diciembre de 1816, luego de la Independencia Argentina, el Ejército de los Andes, al mando del General San Martín, completó su formación, y en enero de 1817 con el aval del director Supremo de las Provincias Unidas, Juan Martín de Pueyrredón, comenzó el Cruce de los Andes por varios pasos, sobre todo por San Juan a través del de Los Patos que él dirigía, y la Columna Cabot por el Nnorte de la provincia.

El próximo domingo 18 del corriente se recuerda el Día de la integración argentino-chilena buscándose una mayor integración, reavivando y prolongando en el tiempo la acción de planificación, gestión, confianza y tenacidad que el General San Martín transmitió en su característica personal de líder.

Los hombres de hoy, con nuevas tecnologías repiten tal hazaña mediante Ebitan (Entidad Binacional Túnel de Agua Negra).

Argentina y Chile vienen planificando desde hace años la construcción de un importante túnel binacional que una la Provincia de San Juan en la Argentina y la IV Región de Chile. El Túnel de Agua Negra, que es el eslabón más preciado de un segundo corredor bioceánico que unirá el Atlántico con el Pacífico en la región central de ambos países.

Se espera de esta obra un aporte sustancial para mejorar la integración social y promover el crecimiento

El túnel bioceánico llevará su tiempo, es una gran obra, pero al mismo tiempo de su construcción puede lograse una integración cultural entre las dos regiones.

Ya desde el gran sanjuanino Domingo F. Sarmiento fuimos generando una integración cultural que debido a sus constantes ataques al gobierno federal, el 18 de noviembre de 1840 debió exiliarse en Chile, donde se dedicó de lleno a la actividad cultural. En ese país escribió en periódicos como El Mercurio y se dedicó a la docencia especializada en preparar maestros. Fue nombrado miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades y en 1845 el presidente Manuel Montt le encomendó la tarea de estudiar los sistemas educativos de Europa y EEUU sistemas que transmitió también a su país.

Esto es parte de la historia que nos une a Chile.

Hoy, si bien nos conocemos con nuestros vecinos chilenos y cruzamos hacia ese país con objetivos transitorios, vacacionales o comerciales hay otros aspectos a los que hay que darle relevancia. Entre ellos el de las identidades culturales y sus dinámicas, como también los procesos de integración cultural y sus principales tendencias y la diversidad cultural de San Juan y la región de Coquimbo, reivindicando las raíces indoamericanas, coloniales e independentistas que coexistieron.

Hace un tiempo se llevaron a cabo varios proyectos de integración en reuniones del ‘Comité de Frontera”. En ellos el turismo, la educación y la cultura se presentaban como una de las alternativas para la integración de las dos regiones, por tener ambos espacios características diferenciadas, pero que a la vez se complementan, a la que se agregan factores singularizantes.

Las personas tienen hoy la posibilidad de trasladarse en el espacio, en el tiempo, para conocer a otras culturas. Disfrutar atractivos naturales o culturales, quedando en su memoria algo más que las imágenes, sino la experiencia de penetración en la cultura del habitante del sitio, mediante la modalidad a distancia.

No es casualidad que la gente, lo que más valora es la relación con el otro, por ello surge la necesidad de re humanizar la relación, mediante la concientización,formando desde la escuela a la persona hospitalaria.

Más aún, existe la necesidad de formar una sociedad hospitalaria, como producto del accionar en cada sitio. Por ello la cultura de la hospitalidad debe ser incorporada en la identidad de toda comunidad.

Con esta concepción se necesitan actores sociales, en cuya formación la escuela asume un fundamental rol en la formación.

Concluyo diciendo que ‘la identidad y hermandad geográfica argentina/chilena, que existe entre las provincia de San Juan y la región de Coquimbo desde hace mucho tiempo por razones laborales, hacen que en San Juan se conformara ICACHI y hoy La Casa de Chile, y en Chile la Casa Argentina y pronto un viceconsulado en la provincia, que demuestran desde siempre un agradecimiento por la cálida acogida y que esperan ambas regiones ansiosas la concreción del Túnel de Agua Negra para facilitar retornos y visitas más ágiles, que actualmente se realizan por la Ruta 150.