Si bien las autoridades de Seguridad de la provincia han expresado su preocupación por los continuos robos violentos contra los ancianos, hasta ahora son muy pocas las acciones implementadas en busca de otorgar mayor seguridad a este sector de la población que en los últimos meses viene siendo objeto de continuos ataques.
Se trata de una tendencia mundial que repercute en la Argentina. Precisamente, en los últimos tres meses se denunciaron en San Juan al menos 8 casos en los que 9 ancianos fueron brutalmente golpeados por delincuentes de mediana edad y en la mayoría de estos hechos no pudieron ser atrapados.
La situación está alcanzando niveles alarmantes y es evidente que el patrullaje policial, así como también el servicio de vigilancia municipal, no alcanza para evitar que a cualquier hora del día los delincuentes ataquen en domicilios o lugares públicos a los adultos mayores con fines de robo. Además con el convencimiento de que, por su edad, no podrán defenderse los golpean brutalmente en un acto que es reprochable que merece la más dura de las sanciones.
El sentido común lleva a efectuar una serie de recomendaciones a los ancianos para intentar evitar las agresiones seguidas de robo de las que son víctimas. Uno de los principales cuidados que deben tener las personas de edad avanzada son los ilícitos que se cometen en los accesos a sus viviendas donde suelen ser emboscados o seguidos por los ladrones. Otra recomendación es la de no permitir nunca el ingreso de personas desconocidas a las viviendas, especialmente en horario nocturno o en otro momento del día en que se hace difícil pedir ayuda a vecinos, familiares, amigos o conocidos.
El efectivo cierre de las viviendas, especialmente en horas de la noche y de la siesta, mediante sistemas que sean seguros, con trabas, pasadores y enrejado de ventanas, como también la colocación de alarmas, puede ayudar a evitar que los delincuentes ingresen al interior de la casa.
Otro momento en el que los ancianos deben tener mucho cuidado es al acudir a una entidad bancaria. En muchas ocasiones algunos delincuentes simulan hacer una gestión en la dependencia y observan si algún cliente está sacando alguna cantidad de dinero de cierta importancia, para luego seguirlo y robarle.
