Los cálculos siempre deben hacerse sobre material o datos preexistentes. Es decir, es imposible hacer una conjetura sobre el futuro sin tener presente con qué se cuenta hoy y sin calcular los réditos que tal tenencia arrojará mañana para el hombre.

Es un cálculo usual para quienes manejan dinero y conocen su aplicación. No lo es para quienes viven con entradas casi inamovibles en una sociedad con gastos cambiantes, o mejor con precios que se disparan.

El hombre de hoy tiene más problemas y paradójicamente más perspectivas en el manejo de sus bienes. Hay accesos a créditos más o menso fácil de pagar y ello allana el camino de la economía.

Pero como no sólo de pan vive el hombre, hay que saber que se habita un planeta contaminado, que se mueve -terremotos- con altas temperaturas y con una gran cantidad de agua aunque sólo es potable una parte ínfima (0,75 por ciento).

En el Día Mundial del Agua (23 de marzo) se dijo que el agua no potable causa más muertes que la violencia. La información internacional dio cuenta de que 884 millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable. Y, que cada 15 segundos muere un niño por no tener agua segura para beber.

Un alerta que hay que tener presente. Preocupan las variaciones de las temperaturas en la tierra ya que el promedio mundial del calentamiento en el siglo pasado se produjo en dos fases, del decenio de 1910 al de 1940 (0,35ºC) y más fuertemente desde el decenio que va desde 1970 hasta el presente (0,55ºC). Esto significa que hubo un creciente calentamiento en los últimos 25 años y 11 de los 12 años más calientes registrados, han ocurrido en los últimos 12 años.

Hoy se habla de calentamiento global o sea de un incremento del promedio de la temperatura de la atmósfera terrestre y de los océanos, incremento que se acentuó en las últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI.

Hay tres expresiones esencialmente asociadas y ellas son cambio climático, cambio climático antropogénico -en el que se considera la influencia de la actividad del hombre- y efecto invernadero, fenómeno este último que se refiere a la retención de parte de la energía que el suelo emite como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar.

Greenpeace es incansable en sus propuestas y advertencias. Reivindicó el Protocolo de Kioto -acuerdo internacional sobre el cambio climático- como la principal alternativa para afrontar con determinación la urgencia del cambio climático, reclamó la detención de la deforestación para paliar los efectos del calentamiento global, y sobre todo demandó una revolución energética basada en la eficiencia y las energías renovables como solución posible y real para garantizar el futuro sustentable de nuestro planeta.

Imaginando el futuro. Greenpeace publicó en un libro de 51 páginas imágenes tipo fotografía de lo que serían dentro de cien años algunos lugares que hoy son muy visitados y queridos por la humanidad.

El resultado es patético, asombra y llama a la reflexión porque no tener conciencia hoy de que se debe cuidar el medio ambiente es construir un mundo que infundirá dolor, tristeza y melancolía para quienes vivan más adelante.

En las grandes ciudades se comprueban los peores ejemplos. Hay gente que tira papeles en la calle aún estando a dos metros de una papelera, que bebe caminando y luego arroja la botella (casi siempre de plástico) en la vereda por la cual transita.

Ver restos de comidas en bolsas revueltas ya no es novedad y parecería que algunos municipios que no toman las medidas necesarias, se conforman -como se puede observar diariamente- llamando la atención a través de avisos publicitarios.

La experiencia mundial enseña que estas malas costumbres se corrigen sólo con multas para lo cual hay que considerar un infractor a quienes tienen esas costumbres. No se hace, tal vez. por temor a perder puntos políticos.

A mucha gente le falta sentir la validez histórica de los lugares comunes. ¿Cómo no cuidar las calles por las que se transita diariamente?….¿las veredas por las que pasan, entre mucha gente, ancianos y niños?

Si se piensa en la educación ciudadana, nos falta un largo trecho por recorrer pero ello se extenderá en el tiempo si no se toman previamente medidas adecuadas como las multas.

La vida es de todos, las ciudades también.