Muchas veces escribí en estas columnas que José Luis Gioja fue el mejor gobernador que tuvo la provincia desde 1983 a la fecha, y que probablemente haya sido uno de los mejores en toda la historia de San Juan. Y lo sigo sosteniendo. Pero algo le pasó, que no sé qué es, que esa persona mutó en lo que es hoy, el legislador nacional que más compromete los intereses de San Juan.

Resulta hasta triste que quien haya hecho tanto, no se dé cuenta que no es momento para avanzar, porque el razonable reconocimiento político que él reclama para sí mismo, al pedir una candidatura a senador, le costará muy caro a San Juan. Él lo sabe. Y su gente también lo sabe. Pero igual avanzan. Y está visto que cualquiera, propio o ajeno que complique ese Norte, será combatido. Sea el peronismo, Sergio Uñac, San Juan, DIARIO DE CUYO, o este periodista.

La paupérrima conferencia de prensa de esta semana demuestra que Gioja eligió el ataque como estrategia de defensa, en lugar de aclarar lo que tiene que aclarar y en el lugar donde tendrá que hacerlo, que es la Justicia. Tarde o temprano, a todo esto le llegará la Justicia.

La historia política de uno de los caudillos más importantes que recordará San Juan está terminando de la peor forma, lamentablemente. Hoy Gioja debería ser hombre de consulta, debería subirse a los mejores escenarios del país y la región, podría dedicarse a dar conferencias, a contar cómo hizo para construir todo lo que se construyó en doce años de su gestión y a contar anécdotas políticas, como la vez que logró interesar a Sebastián Piñera en el Túnel de Agua Negra, cuando visitó a Lula en Brasil con el mismo objetivo, sus charlas con Néstor Kirchner, sus peleas con Cristina Fernández, su pelea eterna con Jorge Escobar, las noches que pasó militando, su pelea con su hermano César y un sinnúmero de viejos recuerdos que servirían, si se avivara, para llenar más de un libro. Pero, no. Gioja eligió ser Gioja. 

Está tratando de instalar en la opinión pública que es víctima de una campaña de desprestigio y acusó a este diario de formar parte de esa supuesta maniobra. Obviamente, eso no es cierto. Igual es bueno aclarar lo que ocurrió la noche del 4 de abril pasado: el canal de noticias TN publicó un supuesto contrato de la provincia con el IAPSER con fecha del uno de febrero de 2016.

El documento llevaba la firma de Gioja como gobernador, pero por la fecha, Gioja a esa altura ya había dejado ese cargo. Ante semejante dato, hicimos lo que cualquier periodista hubiese hecho, dar la versión sólo como lo que era hasta el momento, la versión de un canal de TV.

Para sostener su teoría del supuesto ‘complot’ en su contra y continuar con su campaña de victimización, Gioja dijo en la conferencia de prensa al día siguiente que la publicación del digital de este diario había sido ‘a los dos minutos’ de haberse divulgado el informe del canal de Clarín.

Tampoco eso es cierto. En realidad, hubiese querido tener la rapidez que Gioja nos adjudica. Sí es cierto que se publicó lo más rápido que pudimos, aunque lamentablemente no fue a los dos minutos, ni tampoco fuimos los únicos.

Simplemente porque vimos el informe cuando ya había empezado, nadie nos avisó que eso iba a ocurrir. Y, como corresponde al tratamiento de éste o cualquier otro tema sobre el que no investigamos nosotros, pero intuimos que va a tener impacto, publicamos: ‘Según TN, Gioja firmó como gobernador cuando ya no lo era’. Nunca lo afirmamos. No somos parte de ninguna campaña. No nos interesa serlo.

En la conferencia con los medios sanjuaninos del día siguiente, Gioja omitió u olvidó decir que este diario le llamó esa misma noche para conocer su versión, lo mismo que hubiese hecho cualquier periodista.

No quiso hablar y anunció que al día siguiente daría una conferencia de prensa. En la nota de la edición impresa del día siguiente, ese dato está escrito y se puede revisar con facilidad. Si somos parte de una campaña, publicamos y no le llamamos, pero le dimos la oportunidad de defenderse, no la quiso aprovechar.

En el mismo encuentro con los medios dijo que en el supuesto contrato había una firma junto a la de él que pertenecía a una persona que había fallecido el 22 de diciembre de 2015, es decir, el argumento es que el documento es falso porque no pudo haberse firmado por una persona fallecida.

Esa versión puede ser válida o no, eso lo dirá la Justicia, pero sí hay que aclararle al experimentado legislador, que este diario jamás dio por cierta la existencia del documento. Sólo dimos por cierta la publicación del programa, ante el semejante impacto público que tiene tremenda versión.

Y tampoco es que elijamos o no publicar, hay una obligación que tenemos que es la de dar a conocer los hechos que impactan en la provincia, y si él cree que este no lo es, fracasaría como periodista. Yo, humildemente, le diría que siga como político, porque para dirigir un diario, no serviría. Y una cosa más, para luego ir a lo importante: Gioja también dijo en el mismo encuentro con periodistas, que ‘…en los corrillos y también el jefe de redacción de este medio, decía que andaban con valijas de plata, que se pagaba en efectivo…’, en supuesta alusión a mí. Falso. Jamás diría semejante cosa, porque ¿ocurrió alguna vez?

Capricho uno

Y es la madre de todos los problemas que él está teniendo ahora: quiere ser senador. ¿Por qué? porque dice que se lo merece. ¿Se lo merece? Sí, claro. ¿Es el momento? No, no es el momento. Gioja firmó un pedido de Juicio Político contra el Presidente, quiso devolverle las retenciones a la minería, y no le consulta sus votos al gobernador, que es quién debe conducir la provincia.

En resumen, que Gioja sea senador implicaría que la provincia se pelee con la Nación, y cederle más poder del que ya tiene en el Congreso: la banca que él ganaría como senador y su vacante tras su renuncia a la Cámara de Diputados, porque deberían asumir Walter Lima o Adrián Cuevas, y ambos le responden.

¿Qué ganaría Gioja siendo senador este año? Nada distinto a lo que tiene ahora, porque hoy es diputado nacional, tiene el más alto cargo de la Cámara de Diputados de la Nación, que es la vicepresidencia primera, y preside el Partido Justicialista, el espacio de oposición más importante del país. ¿Necesita ahora una banca de senador para mantenerse vigente? No. A todas luces está encaprichado con la senaduría. Y varios piensan que ve repetirse la película del 2003, cuando de senador pasó a gobernar San Juan. 

Por todo lo que se ve, y por un par de reuniones de esta semana, Gioja deberá pelear su candidatura, porque no se observa al menos en el corto plazo que Uñac quiera cederle el lugar que pretende. Si Uñac quisiera ceder, ya lo hubiera hecho hace tiempo.

No le conviene a la provincia, no le conviene a Uñac. Después, en otra elección, ¿podrá ser? Es probable que sí, mientras los tiempos políticos sean los correctos. Los tiempos políticos de la provincia, no de Gioja, eso está claro. 

Además del merecimiento, dice que tiene que ser candidato porque es el que mejor mide en las encuestas. Es cierto que mide bien, al menos por ahora, porque una cosa es la medición de imagen, y otra muy distinta es la medición de candidatura. Suele haber mucha diferencia cuando a la gente se le pregunta si conoce a tal o cual político, que cuando se pregunta si votaría a ese mismo personaje. Además no sólo hay que pensar en la campaña, sino en la banca. ¿Qué clase de senador sería? ¿El que juega su propio partido como ahora, o uno que le sirva a la provincia? A la luz de los hechos me remito.

Capricho dos

Que nadie hable de las sospechas en su contra. Primero se enojó cuando este diario publicó la investigación sobre los sobreprecios en los terrenos del IPV, y ahora también se molestó con la denuncia por supuestos sobreprecios en la contratación de la ART para los estatales.

La primera no arrojó aún mayores noticias, pero se sigue tramitando en el despacho del juez Federal Leopoldo Rago Gallo. Y la segunda, recién empieza. Sobre los seguros, hay un par de puntos que hasta ahora no tienen respuesta coherente y sería bueno conocerlas, en un segundo encuentro con periodistas, si se puede: primero, alguien en la conferencia de prensa argumentó que la provincia pagaba caro el seguro de sus empleados porque habían niveles de siniestralidad muy altos, es decir, la cantidad de empleados accidentados era demasiado alta.

Pero que la provincia había trabajado tanto que en 2015 (último año de gestión de Gioja) bajó notablemente la cantidad de siniestros y por eso en la licitación de 2017 los números fueron sensiblemente más bajos que los que la gestión giojista había pagado desde 2005 hasta 2015. Para ponerlo en cifras reales: en noviembre de 2016 la provincia le pagó al IAPSER $41.963.000 por el total de los empleados del Estado.

Pero en la licitación de diciembre de 2016 para prestar el mismo servicio en 2017 el mismo IAPSER ofertó (y perdió) $22.103.044 mensualmente, es decir, casi la mitad. Si la versión giojista es real, la provincia bajó de un año al otro casi el 50 por ciento de su siniestralidad laboral. Pero, además, en la lógica, si San Juan  bajó sus niveles de siniestralidad en 2015, ¿por qué pagó más caro en 2016?, ¿no debió bajar sus costos en 2016? Según lo que se conoce, el dinero por empleado fue subiendo en los diez años de contratación giojista.

Segundo: Gioja argumenta que hubo un acuerdo marco entre el Gobierno de San Juan y el Gobierno de Entre Ríos que le permitió contratar con el IAPSER sin una licitación, cosa que es verdad. Lo que cuestionan los abogados Diego Seguí y Marcelo Arancibia es que la Cámara de Diputados delegó sus facultades en el Poder Ejecutivo al permitir que las renovaciones año tras año las hiciera el Ejecutivo y no el Legislativo.

Y, además, se hacen una pregunta muy obvia: ¿no consultaron otros precios a otras aseguradoras? porque más allá del acuerdo entre provincias, el Gobierno sanjuanino pudo haber hecho al menos consultas informales para saber si los entrerrianos estaban cobrando caro o si estaban en los valores normales, para al menos estar seguros de que no había negocio de los gerentes entrerrianos o del representante de esa empresa en San Juan, en este caso, Moisés Lara. Hay que ver si se hizo, al menos por ahora se dice que no.

En definitiva, la causa seguramente presentará avances y este medio los irá publicando a medida que ocurran, porque es de interés público, le guste a Gioja, a Uñac o a quien sea. Gioja eligió el camino de Cristina, se ve, y no el de defender la verdad. La presentación de Seguí y Arancibia fue el 7 de marzo y Gioja tardó un mes para hacer una conferencia de prensa y hablar a medias del tema, porque lo que más hizo fue denunciar una supuesta campaña mediática en su contra. Algo no cierra. Ojalá encauce su camino, porque todos los sanjuaninos estamos esperando al estadista que casi llegó a la Vicepresidencia de la Nación, según él mismo. Dios lo ayude a encontrarlo.

ART