En cumplimiento del fallo que emitió en enero último la Corte Internacional de Justicia, Perú y Chile dieron por finalizado ayer a un litigio limítrofe histórico al fijar definitivamente sus respectivas jurisdicciones marítimas sobre el Pacífico. El entendimiento, calificado como "un ejemplo para el mundo” por la canciller peruana Eda Rivas, resuelve con éxito un diferendo de dos siglos atrás, gracias a la voluntad de los gobiernos de Santiago y Lima de acatar sin reservas el fallo de La Haya sobre los nuevos límites de las aguas jurisdiccionales.
Según los representantes de las partes, las coincidencias han sido tan positivas que con la firma del acta por la que se da por concluido el proceso, todo quedó resuelto sin que deba ser ratificado políticamente por ambas naciones. La tarea técnica y diplomática de expertos chilenos y peruanos respetó las marcaciones ordenadas por el Tribunal internacional, logrando una nueva frontera marítima bilateral en dos meses de trabajo consensuado, algo que perecía imposible desde que las tensiones geopolíticas frustraron todo arreglo durante décadas.
Durante la reuniones celebradas en Lima los equipos técnicos de ambos países fijaron las coordenadas precisas dictaminadas por el fallo, así como el punto de inicio de la frontera marítima de acuerdo con un trabajo de campo conjunto precedente. Se dejaron de lado las especulaciones acerca de quien se beneficiaba o tendría perjuicios económicos o de valor estratégico.
A pesar de este ejemplo de convivencia de países limítrofes, todavía quedan otros fallos de la Corte de La Haya que no se pueden ejecutan rápidamente por su complejidad al llevarlos al terreno, pero este logro es un buen antecedente.
