Las autoridades sanitarias de la provincia han lanzado una campaña preventiva que involucra a la población femenina, comprendida en los once años de edad, a la que insta a vacunarse contra el HPV (Papiloma A Virus), a fin de inmunizarse de una de las causas más frecuentes de cáncer uterino.
Esta convocatoria del Ministerio de Salud ha sido dirigida a un grupo etario en particular, pero se trata de una primera etapa, ya que se irá ampliando según los programas destinados a enfrentar a las enfermedades controlables. En este caso, la toma de conciencia por parte de padres y tutores acerca del cumplimiento del calendario de vacunación -que es obligatorio para todo trámite-, debe ser un imperativo que encarne dentro de las responsabilidades civiles de cuidado de la salud y para acceder a una vía de solución ya experimentada con éxito en los países del mundo desarrollado.
Según datos obtenidos de fuentes referenciales como puestos sanitarios y hospitales, existe cierta resistencia a esta vacunación, ya sea por inercia o ignorancia sobre los alcances del flagelo. Por ello se hace más necesario un llamado a las niñas del 2000 y a quienes velan por su seguridad sanitaria para que sin prejuicios asistan voluntariamente a vacunarse. Este operativo forma parte de un Programa Nacional a través de los organismos sanitarios locales y regionales.
Perseverar en la vacunación, que ha sido debidamente probada, es una responsabilidad de la población frente la inversión del Estado para que la salud sea un patrimonio de todos. La obligatoriedad de este llamado supone los peligros que el mal entraña y la respuesta oficial al problema es un acierto, como toda medida preventiva.