Durante la pandemia se avanzó hacia la descentralización ante la necesidad de nuevas respuestas a la gente.

Las empresas necesitan ofrecer experiencias de excelencia a los clientes y, para eso, tienen que basarse en datos. Por tal motivo, es evidente que la tendencia indica que las organizaciones tendrán que ser más interactivas e incluir medios más ricos (realidad aumentada, realidad virtual), para lo cual se precisan redes y aplicaciones con mayor capacidad que puedan descentralizarse hasta el "borde", de modo tal de poder manejar mejor al gran volumen de datos. 

Es decir que ahora que las organizaciones migraron con éxito muchas de sus aplicaciones a la Nube, comenzarán a mover partes de sus cargas de trabajo fuera de los grandes data centers Cloud, para volver a acercarse a sus usuarios. 

Para hacer posible este movimiento habrá una nueva generación de conectividad inalámbrica que involucra a las redes 5G así como también a Wi-Fi 6. Ellas proporcionarán mayor ancho de banda, menor latencia y más capacidad. Este movimiento hacia el borde habilitado para 5G se percibe como una extensión de la propia Nube, en la medida en que ofrece a los desarrolladores de aplicaciones una plataforma más cercana al usuario. 

Aprovechar los recursos

El nuevo modelo descentralizado nace como respuesta a la necesidad de desarrollar nuevas experiencias que operen en entornos periféricos. La pandemia ya generó un impulso potente hacia la descentralización. Y de a poco se espera que los casos de uso de borde se conviertan en un componente integral de la transformación digital de las organizaciones (y que no sean sólo soluciones puntuales). 

La amplia proliferación de teléfonos inteligentes y otros dispositivos con una potencia informática masiva ya comenzó a descentralizar la informática. Pero además "la madurez del aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) está impulsando la transformación digital y la automatización en distintos sectores de la industria, lo que requerirá más potencia de procesamiento que la que puede ofrecer la Nube central", sugieren desde la publicación Forbes. De allí que se avance hacia la computación perimetral (o hacia la Nube periférica descentralizada, como también se llama), que puede aprovechar los recursos informáticos de todos los dispositivos inteligentes.

Cerca del usuario

Como hemos visto, durante la última década los datos y la informática se trasladaron a un modelo centralizado, en el que muchos servicios se movieron a la Nube. Esta tendencia continuará. Pero, al mismo tiempo, se está empezando a observar otra nueva tendencia hacia modelos más descentralizados. 

La computación de borde comienza donde se encuentra la fuente de datos (principalmente en dispositivos inteligentes como smartphones, robots y dispositivos de IoT). Edge computing mantiene los datos y el procesamiento más cerca de los usuarios reales. Por ello, en adelante, hay quienes anticipan una transición gradual hacia plataformas de Nube perimetrales híbridas, que combinarán los beneficios de la nube pública, privada y de borde. Bajo este esquema cualquier dispositivo informático, desde teléfonos inteligentes hasta sensores basados en inteligencia artificial, podrá actuar como un servidor en la Nube. 

Los modelos distribuidos para datos y procesamiento serán más comunes en el futuro. Muchos servicios (como hogares inteligentes, asistentes personales, vehículos autónomos) requieren de una latencia mínima y disponibilidad todo el tiempo, para lo cual se necesita que algunos datos y su procesamiento se manejen localmente.

Curioso aumento del comercio global

El comercio global de bienes y servicios alcanzó un récord histórico de 28,5 billones de dólares en 2021, un aumento interanual del 25 % que también superó en un 13 % las cifras mde 2019, el año previo a la pandemia, según las estadísticas difundidas por Naciones Unidas.

Impulsado por las alzas de precios en las materias primas, el levantamiento de las restricciones sanitarias y una fuerte demanda a la que ayudaron las medidas estatales de estímulo económico, el comercio experimentó una tendencia positiva en 2021, concluyó el Organismo de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

En el último cuarto de 2021, el comercio mundial de bienes ascendió a 5,8 billones de dólares, también una cifra trimestral récord, mientras que el de servicios, cuya recuperación ha sido más lenta, creció hasta los 1,6 billones de dólares, superando ligeramente los niveles anteriores a la pandemia.

Para 2022 UNCTAD prevé una normalización de los indicadores comerciales, con subidas menores a las de 2021, en las que influirán factores como la continuada presión en las cadenas globales de suministro o los niveles récord de deuda global.

También influirán en el comercio las cifras de crecimiento económico global revisadas a la baja (por factores como la inflación en Estados Unidos o la burbuja inmobiliaria en China), o la transición a una economía más verde, que podría estimular la demanda de materias primas como el cobalto, el litio o las tierras raras.

 

Andrés Alexander
SVP Cluster Regional de Servicios y Cloud en BGH Tech Partner