El mismo día en que el General don José de San Martín alcanzaba la resonante victoria en los llanos de Chacabuco, en Chile, la División del Norte a cargo de Teniente Coronel Juan Manuel Cabot -que iba desde San Juan-, doblegaba a los realistas en los Llanos de Salala, alcanzando el objetivo de recuperar la provincia de Coquimbo.

La columna integrada por 400 hombres y 1.342 mulas y caballos, había partido desde las puertas del convento de Santo Domingo de nuestra ciudad, el 18 de enero de ese año, y realizó el cruce por la Norte de nuestra cordillera a través del Paso de Guana, nombre de origen moderno correspondiente a unos de sus últimos dueños, el ciudadano chileno Don Pedro Monrroy, marqués de Guana y Guanilla, según afirma Agustín V. Gnecco

La avanzada patriota enviada por Cabot, al mando del Capitán Francisco Ceballos alcanzó a las tropas realistas en las cercanías de la localidad de Barraza, compuestas por más de cien hombres y abundante material de guerra. Allí, en el llano de Salala fueron vencidas dejando en el campo de la acción 3 oficiales y 43 soldados muertos.

Cabot en su parte de batalla, daba cuenta de los bajas sufridas en este encuentro por las fuerzas patriotas y la visión sobrenatural que inspiraba su juicio: "no habiendo tenido en el ataque, por nuestra parte, más pérdida que la de un soldado muerto y tres heridos, cuyo acontecimiento se hace más increíble a no conocer que una mano invisible protege nuestra causa".

El 15 de febrero la columna hizo su entrada a la ciudad de Coquimbo entre las aclamaciones del pueblo. Al día siguiente, relata Cabot, "hubo una solemne misa de gracia y Tedeum a la que asistí con mis oficiales y tropa".

Es Manuel Belgrano, quien va a destacar el papel que la división al mando de Cabot ha significado para la obra de la liberación de Chile y la consolidación de nuestra independencia. En una carta dirigida a José Ignacio de la Roza manifiesta; "La gloria con que ha cubierto las armas de la Nación el Comandante en jefe de la división del Norte D. Juan Manuel Cabot, y la libertad que ha conseguido para nuestros hermanos de Coquimbo, le hacen acreedor a la estimación de los Pueblos y Ejército de mi mando, que conmigo le dan las gracias por sus servicios, no menos que a ud. por su noble empeño y eficaces disposiciones para el auxilio de tan distinguida empresa. Tucumán, 26 de febrero de 1817".

Bernardo de Irigoyen, rescatado por Rosauro Pérez Aubone, escribe en relación al éxito obtenido por el tucumano Cabot y su división integrada en gran número por sanjuaninos: "Correspondió el Jefe destinado a la invasión del norte, don Juan Manuel Cabot, a la confianza que en él se depositó" Luego de relatar sus logros concluye: "esas fueron las consecuencias que obtuvo la briosa división que al mando de Cabot, jefe cuyo nombre ha olvidado la historia, lanzó San Martín por la senda más escabrosa y más ingrata que presentan los Andes argentinos a la altura de San Juan".

El 17 de agosto de 1971, durante la gobernación del doctor Carlos Enrique Gómez Centurión, y la intendencia de la Ciudad de San Juan, del arq. Omar H. Sánchez, se erigió un monumento conmemorativo a la columna libertadora, frente a la Iglesia del Convento de Santo Domingo, punto de partida de aquella expedición, inscribiendo en el una simple sentencia: "El Gobierno y el Pueblo de San Juan a los valientes sanjuaninos que integraron la división Cabot y tomaron Coquimbo y La Serena".

El Monumento Histórico Nacional "Celda del General San Martín", declarado como tal en 1980, recibió esa designación, por haber sido alojamiento del Padre de la Patria en 1815 en oportunidad de su visita a nuestra ciudad. Pero además, por ser los restos del Convento Dominico levantado en el siglo XVII y haber sido Cuartel de tropa de la IV División del Norte, al mando del Teniente Coronel Juan Manuel Cabot.

Desde este Monumento Histórico, tesoro de los sanjuaninos y homenaje a Cuyo, se trabaja para dar a conocer la obra de la gesta sanmartiniana, el papel de los sanjuaninos que colaboraron en la epopeya andina y la acción de la Iglesia presente en los momentos iniciales de la patria y desde los primeros tiempos de la ciudad de Juan Jufré.