En los últimos tres meses, en varios municipios de nuestra provincia se han concretado obras de instalación de semáforos en lugares considerados peligrosos para el tránsito. Solamente en la ciudad Capital fueron dispuestos una media docena de controladores en esquinas muy conflictivas, como la de España y San Luís. También se destaca la colocación de aparatos en departamentos alejados como 9 de Julio, 25 de Mayo y, como nunca había ocurrido, en Caucete, donde por primera vez ha sido habilitado un semáforo sobre calle José María de los Ríos, a la salida del Barrio Enoé Mendoza.
El aumento del parque automotor en toda la provincia se ha visto reflejado, principalmente, en la Capital y en las villas cabeceras de cada uno de los departamentos. Esto está haciendo necesario, cada vez con más urgencia, que se disponga de la señalización vial obligatoria para que el tránsito sea ordenado y no un caos, como ocurre en varios distritos, en los que cada vez se hace más difícil circular sin la tensión propia que genera no tener establecidas las pautas viales.
Entre los recursos existentes, como el pintado de sendas peatonales; de líneas delimitadoras de carriles en la carpeta asfáltica y los carteles indicadores de velocidades máximas o alertas de "Pare", los semáforos constituyen uno de los elementos más efectivos a la hora de garantizar un tránsito más seguro por las calles de los centros urbanos o cruces de rutas peligrosos. Si bien, su instalación puede llegar a considerarse costosa, las comunas deben entender que en la medida que las ciudades vayan creciendo, al igual que su parque rodante, deberán considerar seriamente la necesidad de colocar semáforos para dar mayor seguridad y agilidad al tránsito.
