Fuerzas de seguridad norteamericanas vigilan la frontera mexicana.

La campaña del presidente Donald Trump para demonizar a los mexicanos está subiendo de tono: ahora quiere convencernos de que muchos mexicanos son terroristas, calificando oficialmente a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas.

A primera vista, parece una idea inocua, pero podría tener graves consecuencias en muchos frentes.

Trump declaró al portal digital derechista Breitbart News el 12 de marzo que está pensando "muy seriamente” en designar a los carteles mexicanos de la droga como Organizaciones Terroristas Extranjeras, lo que le daría al gobierno la capacidad atacarlos con menos restricciones legales. El mes pasado, los legisladores republicanos Mark Green (Tennessee), y Chip Roy (Texas), habían propuesto precisamente hacer eso.

Trump puede designar a los carteles de la droga de México como grupos terroristas por orden ejecutiva, sin la aprobación del Congreso. Hay más de 60 grupos extranjeros que han sido etiquetados como organizaciones terroristas por el gobierno de Estados Unidos.

Trump podría hacer esto para complacer a muchos xenófobos que lo apoyan y para tratar de convencer a un público escéptico de que EEUU debe gastar miles de millones en construir su muro fronterizo. Pero sería una pésima idea, que además de todo afectaría a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Primero, desviaría importantes recursos humanos de las agencias de inteligencia de EEUU, que a duras penas pueden combatir al Estado Islámico, Al Qaeda y otros grupos terroristas verdaderos.

El FBI, la CIA y otras agencias ya enfrentan dificultados presupuestarias para monitorear a los grupos terroristas en el Medio Oriente, que proponen abiertamente el asesinato de civiles estadounidenses. Pedir a estas agencias que comiencen a monitorear a miles de narcotraficantes mexicanos y sus familias haría que dejen de prestar la misma atención a amenazas más serias.

En segundo lugar, como reconoció el Departamento de Estado, la idea de que los carteles de la droga mexicanos están trabajando con grupos terroristas extranjeros es un mito. Un informe del Departamento de Estado publicado en septiembre concluyó que "no hay evidencia creíble que indique que los grupos terroristas internacionales hayan establecido bases en México, hayan trabajado con carteles de la droga mexicanos o hayan enviado agentes a EEUU a través de México”.

También hay que tener en cuenta que los carteles mexicanos de la droga no son grupos terroristas porque no tienen una agenda política. A diferencia de las narcoguerrillas de las FARC de Colombia, los carteles mexicanos buscan dinero, no derrocar gobiernos. Según la definición de terrorismo más usada por el gobierno de EEUU, el término "terrorista” se usa para describir a organizaciones que ejercen "violencia premeditada y con motivos políticos”.

En lugar de tratar de clasificar como terroristas a los carteles de México, Trump debería usar más recursos de inteligencia para perseguir a los terroristas verdaderos, incluidos los asesinos nacidos en EEUU que mataron a civiles inocentes en una sinagoga en Pittsburgh, y en el club nocturno Pulse de Orlando, Florida.

 

Por Andrés Oppenheimer
Columnista de The Miami Herald y nuevo Herald, Miami, EEUU.