Cuando en 1921, Albert Einstein fue postulado para el Premio Nobel de Física, el científico a quien se le encomendó evaluar la Teoría de La Relatividad, no la entendió. Para no correr el riesgo de que fuera errónea, se le otorgó el Nobel, por su explicación del Efecto Fotoeléctrico.
Sin embargo, el niño ensimismado, de desarrollo intelectual lento, nacido en Alemania y radicado en Suiza, hacia 1905 y transformado en investigador, había descubierto lo que estaba oculto a los ojos de lo cotidiano, postulando como verdadero, lo que sonaba extraño y difícil de asimilar por el sentido común. De esos supuestos, sacó conclusiones y predijo comportamientos de la Naturaleza, que poco a poco se fueron confirmando.
Su Teoría está compuesta por dos grandes Teorías: la de la Relatividad Especial o Restringida, publicada en 1905 y la de la Relatividad General o Gravitacional, publicada en 1915. Podríamos decir que ambas son equivalentes, sólo que la primera, se refiere a cuerpos que se mueven respecto a otros, con velocidades constantes y en la segunda, Einstein tuvo en cuenta un Universo donde nada está en reposo y todo se mueve con velocidades variables por la presencia del Sol y la masa de los cuerpos que deforman el espacio-tiempo, originando la atracción gravitacional, que hace describir líneas curvas a los cuerpos celestes. Su nueva concepción de la gravedad, logró explicar hechos como la órbita alargada del planeta Mercurio, que la física de Newton no podía explicar.
Basó sus Teorías en dudar de las "’verdades” geométricas de Euclides y mecánicas de Newton. Tuvo en cuenta fenómenos estudiados por otros. Pero nadie tuvo la audacia de Einstein para postular que tiempo y espacio no eran valores absolutos e independientes en un suceso físico, sino que dependían del movimiento de quién los observaba, respecto a una referencia. Para explicar la variación del espacio, puso como ejemplo a alguien que viaja en un tren y desde la ventanilla deja caer una piedra sin darle impulso. La verá caer a las vías del tren en línea recta. Pero un observador desde un terraplén, verá que describe un arco de parábola. O sea el espacio recorrido por la piedra, varía según quien lo observa, en relación a un cuerpo de referencia (el vagón para el pasajero que viaja en el tren ó las vías del tren para el observador que mira desde el terraplén).
Respecto a la variación del tiempo, su afirmación pareció ridícula Y es porque la relatividad del tiempo, es imperceptible a las velocidades bajas con que nosotros nos movemos cotidianamente. Se haría perceptible, para alguien que fuera al espacio en una nave espacial. Al volver, y según la velocidad de la nave, para él serían días y para los terrestres muchísimos años. O sea, las distancias en movimiento, y cuanto más fuerte es el campo gravitatorio, se acortan y los tiempos se alargan. En 1962 esta predicción se confirmó, pues teniendo en cuenta este efecto, la navegación de satélites dejó de dar errores en varios km, al calcular sus posiciones. Otra aseveración revolucionaria de Einstein fue que la velocidad del movimiento constriñe la Masa, al punto que a la velocidad de la luz, la Masa se transforma totalmente en Energía. De allí su célebre Ecuación: E=m.c2 (donde c es la velocidad de la luz). Las grandes velocidades se observan en las partículas subatómicas, y todo lo predicho por Einstein fue demostrado en Laboratorio, hacia 1932, lo que hizo posible la fisión nuclear y la fusión termonuclear, posibilitando la fabricación de las bombas atómicas y más tarde la de los Aceleradores de Partículas.
Para el caso de la Teoría de la Relatividad General, partió de razonamientos matemáticos, sin ninguna base de experimentación firme. Por eso cuando en 1919 se midió, durante un eclipse solar, la desviación de la luz de una estrella al pasar cerca del Sol y se confirmó lo predicho por Einstein, su fama se volvió enorme.
Einstein trabajó en Suiza, luego en la actual Rep. Checa, y más tarde en Alemania. Al producirse el movimiento nazi, su desprecio por la agresión y la injusticia, lo hicieron migrar a EEUU y adoptar su ciudadanía. Los nazis publicaron un libro titulado "’Cien autores en contra de Einstein”, a lo que el genio les respondió: "’¿Por qué cien? Si estuviera equivocado, bastaría con uno solo”.
Estaba convencido de que los nazis eran capaces de llevar a la esclavitud al resto del mundo, por lo que colaboró en el desarrollo de armas nucleares estadounidenses. Sin embargo después de las explosiones nucleares en Nagasaki y Hiroshima, se unió a los científicos que buscaban impedir el uso de armas nucleares. Sus últimos años los vivió aislado, intentando formular leyes comunes para todos los objetos del Universo, desde partículas subatómicas hasta cuerpos celestes (Teoría de Campo Unificado). En 1950 la expuso y la comunidad científica la recibió con frialdad, pues obvió el incipiente desarrollo de la Física de altas energías. En 1955, falleció a los 76 años, en la ciudad de Princeton (Nueva Jersey-EEUU).
Los estudios actuales en torno a la Teoría de las Cuerdas, se basan en su Teoría de Campo Unificado. Como las leyes del Universo que tanto admiró, su genio también es inmutable.
