El nuevo programa Sumar es la ampliación del Plan Nacer, y se estima que entre 2012 y 2015 brindará cobertura de salud a más de 9,5 millones de personas, incluyendo a 1,8 millones de niños y niñas de 0 a 5 años, 3,9 millones de adolescentes, 230.000 embarazadas y 3,8 millones de mujeres de 20 a 64 años que no tienen otra cobertura sanitaria que la que ofrece el sistema público de salud. Su objetivo es profundizar el descenso de la tasa de mortalidad materno infantil, disminuir las muertes de mujeres por cáncer de cuello de útero y de mama, y cuidar la salud de los chicos y adolescentes de todo el país.

San Juan es la tercera provincia que adhiere a este programa, luego de La Rioja y Chaco, y que busca beneficiar con más atención y prestaciones a unos 200.000 sanjuaninos sin obra social. Actualmente la mortalidad infantil se ha reducido notablemente en nuestra provincia, es la más baja de la historia y, por primera vez, está por debajo de la media nacional.

En nuestro país mueren en promedio 28 niños por día; cuatro de cada diez por causas evitables. En la mayoría de los casos mortales no se aplicaron recursos eficaces, como pueden ser la terapia de rehidratación oral, el empleo de antibióticos, la vacunación preventiva y los cuidados básicos de la higiene. El desafío que se afronta siempre es atender y proteger a las familias más vulnerables, ya sea por la pobreza, la ignorancia o la distancia a recorrer hasta los centros de atención médica.

Estas carencias reclaman servicios de salud con adecuada distribución geográfica y constante difusión de consejos básicos, como el control periódico de la embarazada, el valor de la lactancia materna, el espaciamiento de los nacimientos, la atención pediátrica del crecimiento infantil, el conocimiento de los signos que revelan alarma para la salud y el aprendizaje de algunas medidas preventivas para tomar.

Cada 21 minutos muere un niño en el mundo por causas que podrían evitarse. Son 29.000 por día, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Es la gran alianza a favor de la vida infantil, como la denominó Unicef, la que debe prevalecer en cualquier lugar donde vivan familias con niñez vulnerable y, en ese sentido, nadie puede permanecer indiferente ante algo tan esencial como preservar la vida de los herederos de un mañana que, esperemos, sea mejor.