El desarrollo de la gran minería ha fortalecido la economía de San Juan, desplazando del liderazgo productivo a las tradicionales explotaciones agrícolas, pero también incidiendo positivamente en el Producto Bruto Interno del país.
La celebración en la fecha del Día Nacional de la Minería, otorga a los sanjuaninos un protagonismo trascendente por las metas alcanzadas en la diversificación económica gracias a hechos palpables, proyectados al medio por los yacimientos metalíferos. También esta industria nos otorga autoridad para derribar las teorías del alarmismo apocalíptico, cuyas voces llegan desde afuera de la provincia con más contenido ideológico que certezas científicas para descalificar los emprendimientos transformadores de una riqueza olvidada durante casi dos siglos, a pesar del basamento y las enseñanzas del legado sarmientino.
Se caen por si solos, una discusión seria, argumentos fácilmente rebatibles cuando se critican procedimientos extractivos y métodos de depuración: En Veladero se sumaron a los controles oficiales, las certificación irreprochable de la Norma ISO 14001 de gestión ambiental, otorgada a la empresa Barrick el año pasado.
A pesar de la crisis que afecta a todos los sectores de la economía, la producción aurífera se mantiene incólume, con mercados mundiales irrestrictos para la oferta, al igual que el cobre y otros metales estratégicos. Veladero marcó un punto de inflexión, luego se sumó Gualcamayo y se avanza con El Pachón. Pero el verdadero salto cuantitativo lo constituye Pascua-Lama, por la inversión, volumen y, fundamentalmente, por hacer realidad una integración con Chile largamente declamada pero sin ir más allá de los acuerdos diplomáticos.
Este proyecto binacional se ha concretado merced a un entendimiento político, fiscal y de integración regional frenado históricamente por egoísmos y localismo irracionales. La minería les sacó el velo a los gobernantes de uno y otro lado de la cordillera para que se observen como socios naturales, con ventajas competitivas que deben asociar para crecer juntos.
En minería, como en otros rubros exportables, Argentina tiene un potencial gigantesco improductivo debido a sus políticas erráticas y reglas de juego impredecibles. Chile, en cambio, es un país admirable por su ordenamiento, experiencia exportadora -con tratados de libre comercio que Argentina no tiene- y una trayectoria minera impecable.
Pascua-Lama será el modelo a seguir para la integración y complementación marcada por la geografía y la lógica del comercio global.