Una infrecuente interpretación del convenio colectivo de trabajo, le otorgó a Aerolíneas Argentinas un lujo en medio de la crisis global e interna. Es la única línea aérea del mundo que cruza el océano Atlántico con cuatro pilotos por cabina, en lugar de los tradicionales tres.

Son extravagancias de la nacionalizada compañía, que sigue formalmente en manos del grupo español Marsans, pero sostenido por el Estado argentino. La línea aérea de bandera recibió del Tesoro, entre enero y marzo, 373,6 millones de pesos para solventar sus pérdidas, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). Pero sumando números internos de la empresa de abril, las perdidas llegarían este año 560 millones, es decir, un déficit diario de más de 4 millones de pesos.

Las desprolijidades administrativas, más los caros privilegios son habituales en la empresa aérea recientemente nacionalizada y las autoridades deberían justificar el aumento desmedido de la cantidad de pasajes gratuitos de esa compañía y su subsidiaria Austral. En enero pasado, se entregaron 7802 pasajes sin cargo, un 39,8% más que los 5581 concedidos en enero de 2008, cuando Marsans todavía ejercía el control. Es decir, en un mes de alta demanda el Gobierno entregó 2221 pasajes gratuitos más, que el concesionario anterior en igual lapso. Por lo general, en los meses de alta demanda, las aerolíneas aplican lo que en el sector se conoce como "períodos de veda". Esto significa que se prohibe la entrega de esos pasajes de cortesía. Cabe aclarar que los "pasajes no remunerados" son todos aquellos que son adquiridos sin costo o con un descuento de hasta el 75% de su valor.

En esa lista entran los pasajes utilizados por los empleados para las vacaciones de su grupo familiar, los cedidos con descuentos del 10% a allegados al personal y los de viajes de trabajo, como, por ejemplo, aquellos que se entregan al personal para cursos de perfeccionamiento. Aerolíneas perdió 15,5 millones de dólares en enero y 26 millones en febrero. Son cifras importantes en períodos de crisis como el actual. Lo curioso es que, en el último año, el precio del petróleo cayó más de un 50%, lo cual debió influir positivamente en el resultado financiero de la compañía.

Es imprescindible que se abandonen conductas discrecionales, más aún en el caso de Aerolíneas Argentinas que no ha demostrado hasta el presente que pueda cumplir con los objetivos anunciados por quienes la llevaron nuevamente a la órbita del Estado.