La inflación anual del 53,8% que la Argentina tuvo durante 2019, informada por el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) el miércoles último, confirma que nuestro país está pasando nuevamente por una de las peores etapas de su historia económica. Este registro es preocupante porque representa el índice de inflación más alto de los últimos 28 años y coloca al país en el tercer lugar a nivel mundial, entre las naciones con mayor inflación, quedando solamente detrás de Venezuela (200.000%) y Zimbabwe (161,8%) y por delante de Sudán (50,4%). También demuestra lo lejos que está Argentina de los niveles de inflación del resto de los países de América del Sur, que en promedio tuvieron el año pasado una inflación del 3,20%.

Desde la Revolución de Mayo de 1810 hasta 1944, la inflación promedio en Argentina no superó cifras de un dígito, pero desde 1945 en adelante no fue menor a dos o tres dígitos, excepto en algunos momentos determinados no muy duraderos. Este comportamiento de la economía argentina, en el que hubo varios episodios inflacionarios e hiperinflacionarios, ha sido tomado como objeto de estudio en todo el mundo por la frecuencia e intensidad del fenómeno.

Está tan arraigado el mal de la inflación en el país que, según datos del Indec, desde 1944 a la fecha, de 26 gestiones de gobierno que se sucedieron, sólo 5 tuvieron variaciones en el índice de precios al consumidor (IPC) de menos de dos dígitos. 

Tomando este mismo período, se ha llegado a establecer una tasa de inflación promedio del 105% anual, con un máximo histórico de 3.079 % en 1989, correspondiente al proceso hiperinflacionario que se registró ese año.

Se dice que estamos afrontando la tasa de inflación más alta desde 1991, porque en esa fecha, después de dos procesos hiperinflacionarios, el índice de precios llegó al 84% y luego fue bajando paulatinamente hasta incrementarse nuevamente durante 2019. 

Hay algunos datos muy llamativos relacionados con el comportamiento de la inflación, como que la Argentina, en las últimas siete décadas, tuvo más años de hiperinflación que de estabilidad. Por ejemplo, desde 1975 hasta 1990 la inflación no bajó del 90% anual, es decir que hubo 16 años seguidos de hiperinflación.

Por otra parte los registros correspondientes al último año determinan que el peso argentino es la tercera moneda que perdió más poder adquisitivo en el mundo durante el año pasado, y que entre los países con más alta inflación en el mundo -entre los que está la Argentina- prevalecen los de África y Asia, afectados por conflictos bélicos, hambrunas, adversidades climáticas o escasez de recursos naturales.

Inflación en la Región:

En relación a los países de América del Sur, excluyendo a Venezuela con su situación económica tan particular y conocida por la mayoría, que ha llevado a una inflación de 7.374,4% para el año último, la Argentina es el único país con inflación de dos dígitos, ya que el resto de las naciones latinoamericanas tiene en promedio un costo de vida del 3,20%.

Después de Argentina está Uruguay, con 8,79%. Luego Brasil con 4,48%, seguido por Colombia, 3,8% y Chile 3%. Por su parte Ecuador terminó el año con una deflación de 0,07 %.

 

> Posibles soluciones

 En la óptica de la economista Victoria Giarrizzo, directora del CERX (Centro de Economía Regional Experimental) para cortar la espiralización inflacionaria todos deben cooperar, pero hay que empezar fundamentalmente por tres puntas: La primera es el Estado, que tiene que salir a dar el ejemplo bajando impuestos, ajustando el gasto político innecesario y regulando a los bancos y a los formadores de precios. La segunda son los grandes empresarios, muchos de los cuales se enriquecieron gracias al Estado: tienen que empezar a cooperar, por ejemplo, reduciendo sus márgenes de ganancia. Y la tercera es la educación en virtudes porque necesitamos automatizar una conciencia solidaria. En Argentina, la solidaridad es un valor totalmente desmerecido, no es una virtud de la que nos podamos jactar.

 

> Qué es la inflación

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo de tiempo sostenido, normalmente un año. Cuando el nivel general de precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y servicios.

La principal consecuencia de la inflación es la pérdida de poder adquisitivo, lo que quiere decir que con la misma cantidad de dinero se pueden adquirir menos bienes y servicios porque su precio ha subido. Se trata, simplemente, de que vivir es más caro, ni más ni menos.

 

  • RÁNKING DE PAÍSES

 

  1. Venezuela – 7.374,4%
  2. Zimbabwe – 161,8%
  3. Argentina – 53,8%
  4. Sudán – 50,4%
  5. Irán – 35,7%
  6. Sudán del Sur- 24,5%
  7. Liberia – 22,2%
  8. Haití – 17,6%
  9. Angola – 17,2%
  10. Sierra Leona- 15,7%