Se pueden marcar varios aspectos de la relación entre la cultura, el patrimonio y el turismo. Actualmente hay un acercamiento. Los resultados de la actividad son en general beneficiosos, aunque para su mantenimiento se requiere inversiones importantes. Si el desarrollo de este modo del turismo es bien manejado, se produce un círculo en que el patrimonio se beneficia y el sitio donde este se desarrolla también, lo mismo que su gente. Así las ciudades interesadas en intervenir ponen en valor los lugares para que el turista acceda. Pero en San Juan, hay una preocupación acerca de una posibilidad, de una explotación irracional, que haga cambiar su valor cultural y patrimonial y que lleve al deterioro irreversible del mismo. Me refiero al Parque de Mayo. Si bien lo usa el sanjuanino, también está dado como atractivo turístico, por las obras de unión de sitios, sin necesidad que el local siempre lo hizo sin mayor esfuerzo, perdiendo el Parque mucho de su valor cultural paisajístico, tradicional en su uso.
Desde diferentes organismos internacionales se insta a los estados a adoptar políticas para la conservación de lo natural, cultural y patrimonial. No la destrucción como ocurre acá. Y, pongo otro ejemplo, la peatonal céntrica. Hay que observar las tendencias turísticas de la sociedad. Desde siempre está consolidada la playera y en el mundo está lo cultural y patrimonial. En nuestra provincia hay una tendencia que es la suma de éstas, si bien no hay mar, hay lagos artificiales donde se practican deportes y el mejor sol, lo que es importante para las épocas estivales. Además de disfrutar en el invierno. En San Juan se está dando una tendencia de promover el turismo cultural y patrimonial natural, como hacer la oferta de visitar sitios naturales y cerrar con espectáculo artístico de diversas actividades, sumado el deporte, que se está desarrollando en forma muy efectiva.
En el sitio de deporte se construye un museo y sacaron las antiguas rejas patrimoniales de la provincia.
Por lo que se puede comprobar que San Juan, tiene todo, lo que falta es el respeto a los sitios. Ejemplo: más allá del Parque de Mayo tenemos por ejemplo, el cine teatro "Estornell" hoy "Municipal", no lo mostramos. Cerrado su frente por negocios, siendo tan especial y particular su sala, cuando se iluminaba con sus estrellas y balcones. El estadio "Aldo Cantoni" es muy bueno para todo espectáculo deportivo y musical, y ¿el abierto?, ¿qué han dejado? Queda una parte que sobrevivió al terremoto de 1944 y funcionó allí la Legislatura. En el sitio de deporte se construye un museo y se han sacado las antiguas rejas patrimoniales de la provincia. Han inaugurado un nuevo autódromo y el otro donde se hacía la Fiesta del Sol, ya ni se menciona. No hablemos de la arquitectura natural como el "Escudo Nacional". En el mundo no se han dejado de lado espacios de valor como ese o los túneles del parque de Zonda de los que no se habla sobre su futuro para que el pueblo opine.
Quieren hacer un bosque. Olvidan que somos desierto y no ponemos en valor las especies naturales que allí crecen sin riego, sólo con la naturaleza, con interesante relato para el turista. No regamos los árboles que costaron tanto tiempo que crecieran. En el mundo se están consolidando nuevos sitios y fortaleciendo los de siempre, pero nunca destruyendo. No se cambia el paisaje, se lo fortalece, se respeta la cultura y forma de vida. Para terminar quiero agregar que me emocioné al escuchar el Campanil de la Catedral, tantos años en silencio, por ahora lo están probando. ¿Hubo necesidad de que estuviera tanto tiempo en silencio? El sanjuanino es el que no debe quedar en silencio ante tanto que se destruye y/o desaparece como las farolas de la Peatonal y fueron las de la Plaza 25 de Mayo hace un tiempo.
Por María Teresa Forradellas Licenciada en Turismo
