Desde que Estados Unidos inició la "guerra” contra las drogas en los años "70, el castigo social del narcotráfico persiste en Latinoamérica y la discusión sobre el enfoque de esa lucha sigue sobre la mesa.

Han pasado ya nueve administraciones en la Casa Blanca desde que Richard Nixon impulsó en su segundo mandato (1973-1974) la "guerra contra las drogas” y, en ese marco, el tráfico de estupefacientes ha determinado la relación de EEUU con las naciones en las que se siembra, produce, transporta y que son paso clave en la ruta del narcotráfico.

El transito de la droga encontró en los pobres de los países que producen los estupefacientes a sus víctimas favoritas. El negocio de convertirse en "mula” se convirtió en uno más de los graves problemas.

Ese mismo tráfico es el que también ha financiado guerras y políticos en toda la América Latina, ha distorsionado economías, ha creado capos, ha generado violencia y corrupción, y para muchos expertos ha quedado claro que ésta es una guerra perdida que debe ser replanteada.

Esta es la clave que van a manejar los Estados que participan, esta semana, en la comisión de narcóticos de la ONU en Viena (Austria) sobre la estrategia internacional contra las drogas.

A continuación algunos hitos del negocio que azota al continente.

*- La "Bonanza marimbera” y el comienzo del auge cocalero: El tráfico de drogas en Latinoamérica comenzó en Colombia en la década de 1970 cuando se produjo una eclosión de los cultivos de marihuana en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, período conocido como la "bonanza marimbera”.

*- El ascenso de los carteles en Colombia y México: Para 1980, los carteles colombianos crearon las rutas del narcotráfico que, desde Colombia, a través de Centroamérica, iban a EEUU, El Caribe, Nicaragua, Panamá y México, donde el narcotráfico se enquistó con las alianzas de traficantes locales y carteles de la droga extranjeros, fueron los caminos. Así, en la década posterior, los carteles colombianos se turnaron el monopolio del tráfico con México.

*- Colombia, Perú y Bolivia, el centro de la producción: Estos tres países andinos son los mayores productores de hoja de coca del mundo con un récord para Colombia en 2017 de 209.000 hectáreas, 49.900 hectáreas en Perú y las 24.500 de Bolivia.

*- EEUU, el gran consumidor y el gran castigador: La declaración de guerra la lanzó Richard Nixon pero en EEUU, el mayor consumidor de cocaína del mundo, se ha ejercido por años una política centrada en combatir las drogas en los países productores, mientras en su interior ve florecer la despenalización del consumo de la marihuana, de la que es uno de lo mayores productores en el mundo..

Las estrategias han cambiado según el inquilino de la Casa Blanca. Desde la dureza de Nixon, pasando por la flexibilización del consumo de marihuana en 1977 con Jimmy Carter, al repunte de las detenciones en la Presidencia de Ronald Reagan y Bill Clinton, hasta Donald Trump y su lucha contra los opiáceos, una adicción que afecta a 4 millones de personas en el país.

*- Tras 4 décadas, ¿una guerra perdida?: Recientemente, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos dijo ante la ONU que "la guerra que declaró el mundo contra las drogas hace más de 40 años, no se ha ganado. La estrategia basada exclusivamente en la prohibición y la represión sólo ha generado más muertos, más presos, más organizaciones criminales más peligrosas”.

Así, hoy se busca un nuevo enfoque frente al problema de salud publica y frente a una guerra que en más de cuatro décadas ha dejado miles de muertos, corrupción y un caos que paga Latinoamérica cada día.

 

Por Carlos Andrés Valverde
Agencia EFE