Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dice que el actual estancamiento económico de gran parte de la región continuará en 2015, y probablemente también en 2016. Y, además, sugirió que algunas economías -como las de Argentina y Venezuela- tendrán nuevamente crecimientos negativos el año próximo.
Werner no me dio cifras oficiales, que serán publicadas en la apertura de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, el jueves en Washington, pero se mostró bastante pesimista sobre la posibilidad de una recuperación significativa del mediocre índice de crecimiento de la región en 2014, que la mayoría de los economistas internacionales calculan será entre el 1,5% y el 2 por ciento.
Con respecto a los países que menos crecerán, citó a Argentina y Venezuela que dijo, probablemente "van a seguir teniendo un comportamiento muy débil en 2015”. La mayoría de las instituciones financieras calculan que en 2014 la economía argentina se contraerá al menos un 1,7%, y 3% la venezolana.
Muchos países seguirán perjudicados por la disminución de los precios mundiales de las materias primas, por la desaceleración del crecimiento económico de China y por la reducción de su acceso a capitales externos. Argentina, Venezuela por ejemplo, padecerán las consecuencias de no estar tomando medidas correctas para reducir sus altas tasas de inflación, que en el caso venezolano alcanzará el 70% este año. "Las economías latinoamericanas que son más dependientes de las materias primas han tenido un año complicado, y 2015 seguirá complicado”, dijo Werner.
Cuando pregunté qué países serán los que crecerán más en 2015, respondió México, debido al alto porcentaje de exportaciones al mercado estadounidense, y Colombia. La economía colombiana está más ligada al mercado de EEUU que las de los otros países, y las inversiones extranjeras siguen fluyendo a ese país. También es probable que Chile y Perú crezcan, pero no por mucho.
Pero lo que me queda claro es que la principal causa de la desaceleración económica de Latinoamérica es política, no económica. La región no se recupera porque Brasil, Argentina y Venezuela -que constituyen una parte importante del producto bruto regional- mantienen políticas económicas populistas que ahuyentan a los inversores domésticos y extranjeros.
Tal como me dijo recientemente el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, los gobiernos de Argentina, Brasil y Venezuela no entienden que "sin inversión no hay crecimiento, y sin crecimiento no hay reducción de la pobreza”. Suena un principio muy básico, pero no lo entienden