Un cuadro que auna la caída de las ventas, dificultad de conseguir crédito y el mayor endeudamiento, ha provocado una situación de ahogo en las pequeñas y medianas empresas (pymes), que habría llevado a bajar las persianas al menos a unas 2100 firmas de este dinámico sector de la economía, en los últimos nueve meses.
Este diagnóstico lo revela un informe del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX) y lo confirman, por otro lado, los datos del último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El primer estudio sólo toma en cuenta los cierres de firmas registradas ante el Ministerio de Trabajo, por lo que la cifra podría ser mayor.
Una radiografía rápida de la decadencia de las pymes muestra que los dos rubros con mayor baja de empresas fueron servicios e industria: 228 y 744 caídas respectivamente. Sin embargo, en los últimos meses el deterioro se extendió fuertemente al sector comercial, debido a una baja generalizada en el consumo. No obstante, en agosto último, San Juan fue una de las provincias destacadas en el país por haber logrado un aumento en el volumen de las ventas minoristas del 4% respecto a agosto de 2008, cuando en muchas otras regiones se mantuvo una tendencia a la baja, según CAME.
Son pocas las provincias que lograron subir las ventas en agosto. Todo el Norte mostró bajas muy importantes, en Formosa cayeron un 15%, lo mismo en Chaco, y en Tucumán y Jujuy la merma fue del 10%, mientras en Mendoza las ventas minoristas bajaron un 3 por ciento.
La importancia de las pymes en la economía argentina queda explícita en dos datos básicos: generan el 65% del empleo asalariado del sector privado, y tienen una participación preponderante en la producción. Por ejemplo, las pymes industriales aportan el 55% del PIB manufacturero, en tanto las comerciales generan 82% de la producción de ese sector. Esto explica por qué la mayor vulnerabilidad en estas empresas impacta automáticamente en el resto de la economía: menos pymes significan menos empleos, menor calidad laboral, menos ingresos, aumento en la concentración del ingreso en las grandes empresas, y el deterioro de la cadena de pagos que impacta en la solvencia de toda la economía.
Es importante que el Gobierno nacional revierta el ciclo económico lo más pronto posible, para que en los próximos meses no se acentúen los cierres de pymes y el aumento del desempleo.
