La situación económica que se prolonga desde hace más de 10 años, agravada por malas administraciones y una crisis sanitaria mundial de efectos devastadores, sin lugar a dudas repercute en la economía doméstica de manera brutal. De a poco, los pequeños lujos o esos "gustitos" que una familia se quiere dar, al menos una vez al mes, se fueron dejando de lado. Por lo que en estos tiempos los resultados pueden verse en las calles. Entre gente desocupada por la pérdida de sus empleos, cierre de pymes, se ven como mudos testigos de este paisaje urbano, a decenas de vehículos de todo tipo, abandonados en las calles de Capital y Gran San Juan. Se distinguen no sólo por la acumulación de tierra, sino porque están enfrente de las casas de sus dueños, en estacionamientos vecinales de barrios de edificación vertical. Otros, si, están abandonados en plena calle. A veces, en una misma cuadra se pueden ver hasta tres o más vehículos en ese estado como se los pudo observar en lo barrios Aramburu, FUVA y en calles cercanas a las cuatro avenidas del centro capitalino, luego de un recorrido llevado a cabo por este diario. Las causas de abandono de estos bienes materiales pueden ser variadas. Pero sin dudas existe un común denominador. La imposibilidad del mantenimiento, más aún cuando están chocados. Al menos eso dijeron algunos de sus dueños que quisieron mantener sus nombres en reservas. Algunos perdieron sus trabajos y no tienen manera de mantener los vehículos y menos aún los siderales impuestos por patentes. Otros no pudieron cambiarlos por modelos más nuevos por los costos que ello insume, en especial por los impuestos. En este sentido cabe destacar que el parque automotor de la Argentina está compuesto por una flota circulante de más de 15 millones de vehículos, con una antigüedad de 14,8 años, según los datos más recientes del sistema online de estadísticas y mercado (Siomaa), desarrollado por la cámara de concesionarias (ACARA).

Hay quienes no pueden pagar las escandalosas sumas de dinero que demanda el desembolso entre gastos de repuestos y mano de obra de mecánicos, chapistas y/o electricistas, entre los servicios más requeridos por parte de los usuarios.

Así las cosas, estos vehículos abandonados en las calles de San Juan representan un peligro. Algunos vecinos dicen que por las noches, se acercan personas de mal vivir para ocultarse de la Policía, otros que aprovechan para robarle piezas a los automóviles, con lo cual, de a poco se van desguazando. Otros argumentan que son un peligro para el tránsito cotidiano y que obstaculizan la normal circulación. Pero, sobre todo, que son focos de contaminación e inseguridad.

Para sus dueños, se trata de un símbolo de la pobreza que desde hace años golpea a la ciudadanía, de los magros salarios que han truncado la posibilidad de crecimiento de muchos sanjuaninos, que ven cómo la pandemia y las políticas económicas erradas, cada vez dejan a más argentinos con la frustración de abandonar hasta sus vehículos en las calles porque no pueden mantenerlos.

 

Parque automotor antiguo en el país

El parque automotor de la Argentina está compuesto por una flota circulante de más de 15 millones de vehículos, con una antigüedad de 14,8 años, según los datos más recientes del sistema online de estadísticas y mercado (Siomaa), desarrollado por la cámara de concesionarias (ACARA). El número total del parque automotor es 15.608.622 unidades que se distribuyen de la siguiente manera: el 76% son automóviles y el 20% son vehículos comerciales livianos. El resto se reparte en partes iguales: 2% para camiones y buses y 2% para acoplados. Así, los automóviles y los vehículos comerciales livianos componen el 96% del total del parque automotor en la Argentina. Y si bien la antigüedad promedio es de 14,8 años, en las provincias de Entre Ríos y Mendoza la cifra alcanza los 17 años, siendo la más alta de todo el país. Si se divide el parque automotor por marca, el 50% corresponde a marcas europeas, el 30% a marcas estadounidenses o americanas y el 20% a marcas asiáticas. En los últimos 10 años, las marcas asiáticas y las europeas fueron las que ganaron más participación: las asiáticas pasaron del 10% al 20% del mercado y las europeas, del 40% al 50%. En tanto, las marcas americanas, perdieron unos 20 puntos porcentuales y del 50% que tuvieron entre 2010 y 2019 quedaron en 30% del mercado.

 

Por José Correa
DIARIO DE CUYO