La conducción de Aerolíneas Argentinas será una de las tareas más difíciles de la ya complicada gestión de Mauricio Macri en la normalización de sectores claves de la Administración nacional. La línea aérea de bandera es imagen del país en un mundo aerocomercial es altamente competitivo, en tanto las operaciones domésticas cubren escalas que no son rentables para el sector privado.
La empresa tiene un prestigio internacional innegable y la estatización la potenció en el mercado, a costa de pesado lastre para el Tesoro nacional para sostenerla financieramente para poder renovar la flota y mejorar los servicios, con el agravante de la incompetencia de un gerenciamiento político e inexperto.

El gobierno kirchnerista privilegió a La Cámpora antes que a la idoneidad gerencial y la presidencia de Mariano Recalde, que terminó la semana pasada, tuvo una sucesión de tropiezos operativos. El líder camporista convirtió a la empresa en refugio de jóvenes ideólogos, ocupando unos 1.500 puestos políticos dentro de una excesiva y deficitaria planta funcional. Tampoco será fácil la convivencia con cuatro sectores y sus respectivos sindicatos compartiendo la rutina diaria, y cierta dirigencia gremial combativa ya ha declarado el estado de alerta frente a las nuevas autoridades, sin que hayan asumido en su totalidad y más aún Isela Costantini, que se hará cargo de la presidencia en enero próximo.

Manuel Álvarez Trongé, un reconocido académico de la Facultad de Derecho de la UBA, señalado como brazo derecho de Costantini es el nuevo presidente del directorio de Aerolíneas y es la autoridad máxima hasta la asunción de la joven empresaria hija de padres sanjuaninos, que ahora arregla su salida como CEO de una multinacional automotriz y se despide del liderazgo del grupo empresario afín.
Para el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, Aerolíneas Argentinas es uno de los mayores retos para llevarla al equilibrio financiero, a la vez de comenzar una nueva etapa de crecimiento como línea de bandera y para integrar al país y a su gente mediante un eficiente y moderno sistema de transporte. Para ello será necesario alcanzar un aceitado entendimiento de mecánicos, oficiales de tráfico, tripulantes de cabina, pilotos y administrativos para trabajar juntos con dedicación y profesionalismo.