La necesidad de que la justicia social acompañe a los programas de desarrollo, de manera que se achique la brecha que separa a las naciones industrializadas de los países emergentes, ha sido planteada por el canciller Héctor Timerman ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante las conversaciones ministeriales previas a la próxima Ronda de Dhoa.

En la reunión en París, el jefe del Palacio San Martín manifestó al titular del organismo mundial, Pascal Lamy, que a juicio de nuestro país el comercio internacional tiene que apuntalar la creación de empleo y un empleo de calidad, ya que los países en desarrollo no pueden permitir la explotación de la mano de obra, sino que haya justicia social. Y recordó que el objetivo básico de la Ronda de Doha es precisamente favorecer el desarrollo construyendo un futuro equitativo, tal como lo piensa nuestro país, mientras otras naciones defienden una cultura de la vida que ha quedado en el pasado. Por eso, dijo "la Argentina está abierta a discutir toda nueva idea que tenga como objetivo achicar la brecha económica y social entre los países más poderosos y los que se encuentran en vías de desarrollo”.

También observó que los países poderosos no tienen que cerrar sus mercados a los países de menores ingresos porque la base del desarrollo está en el fortalecimiento de la industria, la meta hacia la que apunta el mundo en desarrollo. Estas observaciones son oportunas frente a la discrecionalidad con que actúan aquellas naciones que manejan sus mercados con medidas proteccionistas intempestivas o las que buscan ganarlos mediante estrategias que someten a los trabajadores con tratos infrahumanos con el fin de bajar costos de producción en la carrera por la competitividad de la oferta exportadora. Se suman a estas maniobras espurias las subsidiaridades que distorsionan los entendimientos bilaterales y con ellos los desequilibrios que dañan a los mercados.

Por eso es importante anticipar a la OMC y a las autoridades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, convocante de esta reunión a nivel de cancillerías, la predisposición de la Argentina para analizar en la próxima cumbre mundial del comercio un nuevo modelo de entendimiento internacional que coloque sobre las inversiones extranjeras la prioridad de una equidad mundial con justicia social.