Lejos estamos de impulsar políticas que promuevan a través del desarrollo social la integración familiar. Por contrapartida, lo que aumenta progresivamente son los numerosos y alarmantes casos de desintegración de la célula básica de la sociedad.
Desde hacen dos décadas el país cuenta con el Ministerio de Desarrollo Social que ha implementado políticas sociales bajo el particular término de la inclusión, sin advertir que hay otro tema que lo supera y está contenido en el marco de los valores de una comunidad. Se trata del departamento incorporado como Familia Argentina en el que se visualizan las distintas áreas o programas que se implementan. No obstante ello, es necesario recordar cuales son estos para referencia de lo afirmado.
En su ajustado lema se sostiene que ‘…la familia es el primer espacio en el que las personas crecen y comparten valores, su protección y promoción es indispensable para el pleno desarrollo de sus miembros”. Asimismo este departamento se organiza con niñez y adolescencia, nuestro lugar, jugando construimos ciudadanía, creciendo juntos, adultos mayores, cuidadores domiciliarios, la experiencia cuenta, mujeres, Línea 144: violencia de género, Línea 145: Decile no a la trata, Discapacidad, Editora nacional Braille y libro parlante, diversidad sexual, pensiones no contributivas, Tren de desarrollo social y comunitario y seguridad alimentaria. Además cuenta con las áreas: Argentina trabaja, Argentina organiza y Argentina creativa.
Sin embargo, no se encuentra ningún programa que a través de orientadores en educación familiar se sitúe específicamente en la integración de las familias. Recordemos que hay desintegración cuando existe ausencia de los padres y por consiguiente se afecta el desarrollo psicosocial del niño; la distorsión de roles está muy marcada y la generación de una atmósfera de insatisfacción, angustia, depresión y malestar en general inunda el hogar.
No se trata pues de compensar las necesidades económicas de los padres o del otorgamiento de un subsidio universal por hijo, sino de algo más preciado aún como la forma de sostener la familia unida en el concepto de integración. Resulta evidente de que los primeros afectados son los hijos y por ello la imperiosa la necesidad de que todos los organismos de desarrollo social del país se inspiren necesariamente en fortalecer la familia, único pilar que da razón de ser a un país, favoreciendo una verdadera integración de convivencia.