Alarman conclusiones emitidas por revista médica The Lancet, del Congreso Europeo de Cardiología (Francia, 28/08-03/09). El eminente médico Salim Yusuf, jefe de Investigaciones y Trabajos Multicéntricos, describe que fármacos eficaces para prevención en cardiopatía coronaria y accidentes cerebrovasculares, se infrautilizan en todo el mundo, con variaciones en países con distintas etapas de desarrollo económico, incluso en el uso de fármacos más accesibles y económicos como la aspirina, con variaciones en países de altos y bajos ingresos. Ni hablar del empleo de estatinas (medicamentos para el colesterol y prevención de nuevos eventos cardiovasculares o cerebrovasculares).
En países con altos ingresos, sólo la mitad, entre dos tercios de esas personas usaban aspirinas y estatinas en personas con enfermedad coronaria (infarto de miocardio) o accidentes cerebrovasculares. Yusuf clasifica los países de acuerdo al desarrollo económico, considerando que las tasas de utilización de estos medicamentos básicos en estas enfermedades son mucho más bajas en países rurales que en urbanos. Médicos adoptan estrategias de tratamiento considerando la prosperidad y disponibilidad de asistencia sanitaria. La pregunta: ¿Responden bien a tratamientos que médicos realizan en países desarrollados y subdesarrollados? El prestigioso cardiólogo Edgardo Vives que asistió al Congreso de París, nos ayuda a desentrañar la incógnita. "El mensaje es escueto pero alarmante -dice-. La deficiencia en países acaudalados decepciona y desalienta. El 80% de pacientes encuestados en países de altos ingresos no toman ninguno de estos fármacos fundamentales según guías cardiológicas en el mundo como prevención secundaria. La disponibilidad de fármacos y acceso a asistencia sanitaria conspira también con esta situación en países pobres. Hay necesidad de coordinar estrategias en programas de prevención a largo plazo en estas enfermedades. Una opción es la asociación con la industria farmacéutica como se hizo con la lucha contra el HIV. Así podría cosecharse recompensas importantes, valiosas, inmediatas, en países donde no se dispone de fármacos genéricos y económicos”. Está comenzando la epidemia de enfermedades cardiovasculares en muchos de estos países que no están preparados para lo que viene. Una encuesta que abarcó entre el 2003 y 2009, 154.000 adultos de poblaciones urbanas y rurales de países con altos ingresos: Canadá, Suecia, Emiratos Árabes Unidos; Ingresos medios: Argentina, Brasil, Chile, Polonia, Sudáfrica; Ingresos medios bajos: Colombia, China y de bajos ingresos: Bangladesh, India, Pakistán y Zinbabue. Seleccionaron países específicos teniendo en cuenta la necesidad de seguimiento y datos de gran calidad con un presupuesto moderado. En base a las respuestas individuales de esos pacientes, 5.600 habían tenido un episodio cardiovascular en los 5 años previos; casi 2.300 sufrieron accidentes cerebrovascular 4 años antes. El empleo de fármacos cardiovasculares para la prevención secundaria fue más frecuente en pacientes en poblaciones urbanas o rurales y las brechas fueron más acentuadas en países con bajos ingresos. Se determinó que pacientes menores de 60 años tenían notoriamente menos posibilidades de estar recibiendo uno de los fármacos que recibían pacientes de mayor edad, y pacientes femeninos, notablemente, menos posibilidades que los masculinos.¡Sorprendente!
El nivel económico del país contribuye a casi dos tercios de las variaciones en uso de fármacos. Las diferentes variaciones es el nivel económico del país en tanto que sólo un tercio depende de factores individuales. Surge otro interrogante y el Dr. Vives nos aclara: "si yo busco factores, dos tercios dependen de la economía del país y un tercio del factor individual, sexo, edad, educación, tabaco y si el paciente es hipertenso o diabético. Se necesitan acciones sistemáticas para comprender por qué fármacos económicos son infrautilizados en todo el mundo (aspirinas por ej.)”. Se precisan urgentes esfuerzos para implementar el empleo de fármacos eficaces y económicos para prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir la morbilidad, o sea, la enfermedad en pocos años.
"EL NIVEL económico del país contribuye a casi dos tercios de las variaciones en uso de fármacos. Las diferentes variaciones es el nivel económico en tanto que sólo un tercio depende de factores individuales.”