La tendencia de construir playones deportivos vecinales, escolares o en entidades de bien público, posibilita que niños y adolescentes de distintas barriadas departamentales cuenten con lugares apropiados para prácticas recreativas de fundamental importancia para el desarrollo psicofísico. Sacar los chicos de las calles es uno de los principales objetivos de esta iniciativa, además de fomentar los ejercicios físicos como una forma saludable para evitar enfermedades vinculadas con el sedentarismo y la obesidad.

En Rawson, 25 de Mayo, Caucete y Chimbas, se han construido unos 40 playones, creando una red de contención de menores con la que se pretende alejarlos de problemas sociales tales como las adicciones o la delincuencia. No obstante lo positivo de la iniciativa, hay zonas en las que se observa un desaprovechamiento del recurso. A pocos meses de la inauguración muchas instalaciones se muestran deterioradas y desaprovechadas. Los niños no tienen quien los asista en la práctica deportiva ni organice las tareas recreativas que deberían cumplimentarse.

Faltan iniciativas como la organización de campeonatos de fútbol, hándbol, voley o básquetbol, o la creación de comisiones de vecinos o uniones vecinales que se encarguen de administrar los predios evitando la falta de vigilancia, como sucede en la mayoría de los casos.

El proyecto de los playones contribuyen decisivamente para que las comunidades cuenten con lugares comunes de entretenimiento, pero para ello es necesario que se los cuide y administre convenientemente, de lo contrario en poco tiempo estos lugares se convertirán en foco de proliferación de patotas o chicos descarriados.