La captura del mayor narcotraficante de la historia Joaquín "’El Chapo"" Guzmán, considerado un enemigo público de primer orden -después de la muerte del terrorista Bin Laden-, representa una valiosa victoria para el gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aunque no se puede dejar de reconocer que el éxito de la misión se debió a una acción en conjunto con los Estados Unidos de Norteamérica.
La amplia gama de drogas traficadas por Guzmán, entre las que se incluían cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas, y que no solo tenían como destino a EEUU, sino que también Asia y Europa, hicieron que este hombre se convirtiera en el traficante "’líder de todos los tiempos”, como la había calificado la DEA (la agencia antidrogas de los EEUU) que desde hace más de 10 años venía tratando de apresarlo sin resultados exitosos y haciendo pasar a esta oficina norteamericana varios papelones.
"’El Chapo”, en más de una ocasión demostró su habilidad para escaparse de grandes operativos o de la acción de ambiciosos cazarecompensas atraídos por los millones de dólares ofrecidos por los gobiernos estadounidense y mexicano. Se ha llegado a decir que en 2010, residió por un tiempo en la provincia de Córdoba, de nuestro país, de donde huyó con una identidad falsa al enterarse que la DEA lo había localizado y que se preparaba para atraparlo.
El cartel de Sinaloa, la organización narcotraficante liderada por Guzmán, había adquirido dimensión global al tener presencia en más de 40 países de los cinco continentes. El valor que le da EEUU a esta captura radica en que a ese cartel se le adjudica la responsabilidad de introducir en el país del Norte casi la mitad de los narcóticos ilegales que ingresan cada año desde la frontera con México, y que tienen como destino el mercado de la sociedad estadounidense que cada vez se ve más perjudicada por el problema de las drogas en jóvenes y adolescentes.
Otro punto destacable es que se trata de la más importante captura de un narcotraficante desde que EEUU puso en marcha la política de cooperación entre gobiernos para estos fines, en este caso con México.
El éxito de esta gran operación demuestra que cuando se aúnan las fuerzas en pos de un objetivo, el éxito es posible. Algo que muchos países involucrados en el tema del narcotráfico, incluida la Argentina, deberían tener en cuenta a la hora de planificar sus propias estrategias de lucha contra las drogas.
