Los fondos de un emprendimiento minero que desde hace más de dos años está recibiendo la Universidad Nacional de San Juan, de unos dos millones de pesos, siguen generando polémica al no haberse destinado a algún proyecto que ofrezca mejoras al funcionamiento de esa casa de estudios superiores. Estos recursos son aportados por YMAD (Yacimientos Mineros Agua de Dionisio), ente tripartito que desde 2008 distribuye entre las universidades nacionales una parte de las utilidades de la mina de cobre y oro Bajo de la Alumbrera, que explota en Catamarca.
Hasta ahora de lo recibido por la UNSJ (1,2 millones de pesos durante 2008 y 800.000 más en septiembre pasado) 400.000 pesos han sido empleados en un Foro sobre Minería, en octubre último, por lo que actualmente quedan 1,6 millones.
Mientras que hay sectores de la propia universidad que consideran que es una "barbaridad" que el dinero esté sin usarse, cuando hay cosas urgentes que atender, el rector Benjamín Kuchen admitió que aún no saben en qué se va a gastar y que es muy posible que el tema quede para el año próximo.
Una institución en la que son históricos los reclamos por falta de recursos y que debería ser ejemplo a la hora de asignar recursos, no puede dudar en utilizar convenientemente ese fondo millonario. Se conoce fehacientemente que las necesidades son muchas por lo que esta universidad debería encausar esos dineros a proyectos prioritarios que no pueden ser atendidos con recursos propios. Además sería una forma de recibir inteligentemente la contrapartida de la actividad minera, disciplina que la UNSJ promueve a través de la carrera Ingeniería de Minas.
