
En los años "80, los técnicos de la Dirección de Arbolado Público de la Secretaría de Ambiente de la provincia solicitaron a los intendentes municipales y a los dirigentes de las uniones vecinales que al impermeabilizar las acequias dejaran un sector sin hormigón, frente al tronco de cada árbol, para asegurar la irrigación de los ejemplares en busca de mejorar el estado del arbolado público. Han pasado casi 30 años de esa recomendación y es un hecho que donde no fue acatada, es decir en la mayoría de los barrios y villas, los árboles no han prosperado como debieron haberlo hecho y para colmo ahora, se ha comprobado que las acequias totalmente impermeabilizadas contribuyen a que el agua se estanque cuando no está corriendo, favoreciendo la proliferación de mosquitos, con la temible consecuencia de que puedan ser transmisores de dengue.
Cuando se propuso que las cunetas no tuvieran cemento frente a los troncos de los árboles, la idea no fue bien vista por la mayoría que argumentó que los moldes que se utilizaban para la impermeabilización no lo permitían o que los albañiles no sabían como hacerlo entre otras excusas.
Es así que son muy pocas las redes de cunetas barriales que contemplan esta solución, ya que en la mayoría autoridades municipales y vecinos prefirieron y siguen prefiriendo gasta metros y metros de cemento en impermeabilizar las cunetas sin contemplar la existencia de los árboles que luego sufren las consecuencias de una escasa irrigación, llegando en algunos casos a sucumbir por falta de un riego adecuado.
Una muestra de los problemas que ocasiona el estancamiento de agua en largas cunetas impermeabilizadas es que el agua cuando deja de correr queda en algunos sectores sin ser absorbida, provocando en esta época la putrefacción de las hojas que han comenzado a caer, generando también desagradables olores. Todo esto constituye un combo muy especial para la proliferación de mosquitos.
Uno de los barrios en los que se acató el consejo de la Dirección de Arbolado Público es el Santa Bárbara de Pocito, donde actualmente los resultados están a la vista. Este complejo habitacional cuenta con una hermosa arboleda que al haber sido regada correctamente soporta actualmente el escaso flujo de agua, producto de la sequía que afecta a la provincia. En este barrio cada árbol posee justo en el frente del tronco un tramo sin hormigón, que convierte al sector permeable irrigando correctamente las raíces y evitando que el agua se estanque.
En momentos que la provincia afronta un período de sequía que es preocupante y que el dengue está avanzando peligrosamente con más de 45.000 casos en todo el país, solucionar estos problemas derivados de la impermeabilización de las cunetas resulta muy necesario para asegurar la sanidad de los árboles en el futuro y evitar una de las enfermedades más preocupante en estos momentos junto al Covid-19.
Por Osvaldo Olmo Gómez
Profesor de Enseñanza Técnica Agropecuaria
