Desde hace varios años, activistas por los derechos animales de la provincia de San Juan realizamos tareas de educación y concientización sobre distintos temas relacionados directamente con el respeto a individuos de otras especies, entre ellos la importancia de la esterilización para combatir la superpoblación de perros y también gatos.
Es importante tener en cuenta que las perreras o lugares donde se junten perros o gatos porque "molestan" en las calles, no son métodos eficientes ni éticos para solucionar el problema de la superpoblación de animales.
Dado que en nuestro equipo venimos investigando y viendo resultados desde hace más de 10 años, voy a dar algunos números sencillos para que la sociedad sanjuanina pueda conocer más en detalle el tema: San Juan tiene una población de 695.000 habitantes y la capital de San Juan 113.000 habitantes. La población canina estimada es de 28.250 perros (es decir 1 perro cada 4 habitantes). La población felina estimada es 9400 gatos.
Según datos que hemos recopilado, en una perrera se gastan $5000 mensuales en alimentar sólo 150 perros; en cambio con $5000 se esterilizan más 500 perros/as cortando el problema de raíz y brindando una solución verdadera y ética sin sacrificar a seres inocentes como sucede en la mayoría de las perreras y de forma totalmente impune.
Debemos trabajar mirando el mediano y largo plazo, esterilizando el 10% de la población canina o felina para poder ver resultados. Las perreras aprisionan a los animales mientras en las calles otros perros se siguen reproduciendo exponencialmente. Una perrera significa correr tras las consecuencias, en vez de prevenir. Atenta además contra el programa de esterilización porque es más cómodo abandonar a un ser indefenso en una perrera, que hacer la fila para esterilizar.
Las personas en estado de desesperación por tener cachorros, al enterarse de un albergue o centro de adopción llevarán a los animales y los tirarán allí, como ya sucedió en la espantosa perrera que había en la provincia denominada "Chamiscal" años atrás en nuestra provincia, panorama que no queremos recordar ni volver a presenciar.
Los defensores de los animales aclamamos: no a la perrera, sí a la esterilización. No al sacrificio, si a esterilizar que es más barato.
