Se encuentra en San Juan un nuevo puesto móvil de la dirección del Registro Nacional de Armas y Explosivos (Renar) en cumplimiento del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, destinado a reducir la tenencia de armas de fuego y municiones en manos de civiles a cambio de un incentivo económico.

El operativo comenzó en 2007 y lleva recolectado más de 137.000 armas y un millón de municiones, las que se inutilizan frente a la persona que hace la entrega. Después se funden y la venta del material se dona al Hospital Garrahan. Disminuir del uso y proliferación de armas de fuego y municiones, implica la reducción de accidentes y hechos de violencia ocasionados por la tenencia y evitar la sensibilización sobre los riesgos de manifestarse en la cultura de la violencia. Este plan sigue los lineamientos de operativos similares en el mundo, al comprobarse que la tenencia de armas aumentan los índices de violencia dentro de la sociedad, caso de los recientes ataques en Estados Unidos, con víctimas inocentes, debido a las consecuencias de una grave permisividad. Es que las armas en manos civiles no sólo aumentan el número de muertos por ataques, accidentes, suicidios y/o homicidios sino también incrementa el riesgo de morir o resultar herido en una situación de delito o, conflictos interpersonales resueltos de manera violenta.

Quien manipula un arma debe estar física y psicológicamente preparado frente a una emergencia y no todos no lo están. Fundamentalmente, la violencia social armada pone en peligro las libertades y los derechos de las personas y se retroalimenta dando lugar a comunidades temerosas y, al mismo tiempo, reaccionarias.