La Bolsa de Comercio de Rosario manifestó su rechazo al cierre de exportaciones de aceite y harina de soja, por considerar que la medida tendrá "un impacto negativo en la producción e industrialización de la oleaginosa". "Ante el comunicado mediante el cual se cierran las exportaciones de aceite y harina de soja, y que darían lugar a un eventual aumento de retenciones de estos productos, la Bolsa de Comercio de Rosario expresa su rechazo a la misma por considerar que tendrán un impacto negativo en la producción e industrialización de la oleaginosa", señaló la entidad en un comunicado. Agregó que "la medida anunciada generará un mayor costo para las exportaciones del complejo agroindustrial presionando a la baja el valor que se podría pagar por la soja", a lo que "se suma una importante sequía que afecta a la presente campaña". En ese sentido, resaltó que "la difícil situación por la que atraviesan muchos productores ha llevado a que varias provincias tuvieran que declarar la emergencia y/o desastre agropecuario"; además, el cierre de exportaciones "afecta directamente al polo de procesamiento de soja ubicado en el gran Rosario, actividad clave para diversificar los mercados de destino de la principal fuente de exportación de nuestro país evitando de esa forma la dependencia de unos pocos países compradores de grano de soja". La Bolsa señaló que "para lograr un incremento en la actividad productiva, el desarrollo de nuevas inversiones, mayores niveles de empleo y una mayor generación de exportaciones y divisas es necesario contar con un óptimo marco jurídico y reglas de juego estables de largo plazo"; "La medida a aplicar de ninguna manera ayudará al logro de esos objetivos ni favorecerá ese círculo virtuoso que sólo puede concretarse cuando un país -como parte de una estrategia de desarrollo consensuada- decide producir e invertir más en el campo y la agroindustria; solo con una mayor producción e inversión se conseguirá una mayor equidad y una mejora en los niveles de ingreso", concluyó la entidad.

Precio de la carne

La carne vacuna tuvo en febrero un incremento del 3,2% en el promedio de cortes para el consumidor minorista, pero en el Mercado de Liniers registró un aumento del 12% respecto de los niveles de enero. La información fue dada a conocer por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en un informe en el que advirtió que "surge la duda" sobre un posible traslado de los precios del mercado concentrador al mostrador en el curso de marzo. La suba acumulada de los últimos doce meses en el promedio de cortes de carne vacuna fue del 58,6%, superior a la inflación estimada para el mismo período que se conocerá mañana a través del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En una clasificación por precios, CEPA precisó que los denominados "cortes caros" (peceto, lomo, bola de lomo, cuadril, colita de cuadril, nalga, matambre, vacío y cuadrada) mostraron alzas del 3,6%, superiores al promedio. Por su parte, los "cortes intermedios" (tapa de nalga, tapa de asado, asado de tira, bife angosto, bife ancho, paleta y picada especial) aumentaron 2,9% y los "económicos" (tortuguita, roast beef, carnaza común, picada común, falda y osobuco) un 3%. En cuanto al precio del pollo, considerado el principal sustituto de la carne vacuna, tuvo un incremento del 2,1%, considerado "moderado" por CEPA, con lo que su relación con el precio del asado se mantuvo sin modificaciones de importancia: en enero se necesitaron 4,04 kilos de pollo fresco para comprar un kilo de asado y en febrero 3,93 kilos.

 

Por Agencia Telam