La ciudadanía chilena define hoy un nuevo período constitucional convocada para elegir nuevo presidente de la República, renovar la totalidad de las 120 bancas de Diputados y la mitad del Senado, unos 48 escaños, además de delegados regionales, entre ellos las autoridades de la IV Región, vecina a nuestra provincia.
Estos comicios generales en Chile serán atípicos, porque los 13 millones de electores habilitados no están obligados a emitir su voto. Por primera vez, son elecciones optativas, de allí la preocupación de las autoridades trasandinas, por la actitud que pueda adoptar la ciudadanía al levantarse la exigencia cívica. Es así que los cierres de campaña tuvieron como marco la exhortación al pueblo para que salga de la apatía y vaya a las urnas, aunque los cálculos más optimistas estiman una concurrencia de millones de votantes.
Otra particularidad es que la presidencia será disputada entre mujeres: la candidata opositora Michelle Bachelet, favorita según las últimas encuestas y la oficialista Evelyn Matthei que busca suceder a Sebastián Piñera. Sin embargo, la ex presidenta espera triunfar en esta jornada, pero si no obtiene la mitad más uno de votos emitidos, el candidato que ocupará el Palacio de la Moneda recién se definirá el 15 de diciembre en una segunda vuelta. Los otros dos candidatos que parecen disputar el tercero o hasta el segundo lugar, son Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami, quienes también llamaron enfáticamente al pueblo a volcarse a las urnas.
Por eso más que elegir, todo pasa por la opción electoral. Como existe la sensación de que Bachelet tiene asegurada la elección, más el descrédito de los políticos, la indiferencia cívica puede ser hoy la gran protagonista.
