En las últimas semanas, los medios masivos de comunicación han publicado testimonios de personas que aseguran haber sido atacadas con la droga llamada "burundanga", utilizada por supuestos delincuentes para dominar a sus víctimas, aunque tales afirmaciones no han podido ser comprobadas científicamente.

En todos los casos se habla de encuentros ocasionales con extraños, que después de un roce, el espolvoreo de alguna sustancia, o la entrega de algún elemento como, por ejemplo, una simple estampita se experimentan mareos, adormecimiento de los miembros, más presión cardíaca, boca pastosa y hasta alucinaciones.

Para algunos, la utilización de esta droga no es más que un cuento urbano, aunque para otros los casos aumentan considerablemente, con denuncias policiales, como las de dos mujeres y un hombre que aseguraron haber sufrido los efectos de la droga por parte de desconocidos, aunque sin ninguna consecuencia grave.

La "burundanga" es una droga muy temible que se obtiene de un grupo de plantas, varias de ellas de origen americano, con propiedades psicoactivas que han sido utilizadas a lo largo de cientos de años como hierbas medicinales, tales como el cacao, el sabanero, la datura y la mandrágora.

La mayoría de los especialistas dan cuenta de las propiedades de la "burundanga", pero no están seguros de que sus efectos sean tan rápidos como se asegura en cada hecho denunciado.

Hay algunos antecedes de su empleo en casos de "viudas negras" -mujeres que seducen a hombres con el fin de apropiarse de sus bienes- en los que llegaron a utilizar esta droga en gotas vertidas en la bebida compartida, para adormecer a sus víctimas.

Se cree que quienes han intentado usar la "burundanga", lo han hecho con la intención de implementar un nuevo sistema de atacar o someter a una víctima sin utilizar la violencia, de tal forma de no ser acusados posteriormente. Se estaría en una etapa de experimentación para determinar como reacciona la gente, para luego utilizarla en forma sistemática en actos delictivos, extorsivos o de ataques sexuales.

Más allá de que los ataques con esta sustancia sean reales o no; o que la droga se esté utilizando en nuestro país habrá que tomar las precauciones del caso para evitar que este flagelo crezca y se convierta en una auténtico problema de nuestra época.