Al recordarse hoy el Día del Animal debemos reconocer que si existen, es por alguna razón, y dado que están entre nosotros, tenemos que comprenderlos y considerarlos como seres vivos que experimentan todo lo que los seres humanos sentimos: hambre, sed, frío, calor, dolor, y por sobre todo, experimentan sentimientos, especialmente amor.
Hay que hacer una distinción entre fauna silvestre y doméstica. Con respecto a la primera, es importante que hagamos conciencia de que tenemos que dejarla vivir libremente, en su hábitat, terminando con la cacería que llaman deportiva y la captura innecesaria de algunos ejemplares. Debemos dejar de llevar a nuestros hogares animales exóticos o de la fauna autóctona porque, aunque podamos domesticarlos, les causamos sufrimiento y, en algunos casos, la muerte con el peligro de extinción de la respectiva especie.
Dentro de la fauna doméstica tenemos los de consumo, a los que no solo se los sacrifica para comerlos, sino que se les suele dar malos tratos y malas condiciones de vida.
A los de trabajo, también se les suele propiciar malos tratos, especialmente a los utilizados para transporte. Da pena verlos mal alimentados y forzados a arrastrar pesadas cargas. ¡Esto debe terminar!
A los animales de compañía, que son los que comparten nuestro hogar como los perros y los gatos, y que nos brindan fidelidad y ternura, necesitan y merecen el mejor de los cuidados mediante una tenencia responsable.
Hay otros animalitos que, aunque nos resulten muy simpáticos, no debemos tenerlos en el hogar. No compremos ni capturemos pájaros, para condenarlos a una estrecha jaula, ni peces, para tenerlos cautivos en una pecera. Tanto los pájaros como los peces necesitan libertad en su ambiente. Necesitan atención diaria especial, cosa que en los tiempos que vivimos es difícil, por las múltiples actividades que tenemos.
Es indispensable que hagamos conciencia y vayamos aprendiendo a convivir con nuestros hermanos menores: a los silvestres, dejémoslos vivir libremente, y los que comparten nuestro hogar y el medio que nos rodea, debemos evitarles el sufrimiento, las matanzas y abandono.
Es lamentablemente que por no mantener bien a nuestros animales nos mostremos al mundo como un pueblo sin cultura.
