Los tres republicanos que recibieron la mayoría de votos en Iowa, Ted Cruz, Donald Trump y Marco Rubio, en ese orden parecían competir para ver cuál de ellos es el más duro contra los indocumentados, y el más decidido a construir un muro en la frontera con México. Parecían ignorar por completo el hecho de que su partido perdió las ultimas elecciones presidenciales por haber espantado el voto latino.
Los tres ‘amigos’ Cruz, Trump y Rubio están siguiendo los pasos del fracasado candidato republicano Mitt Romney, que propuso la ‘autodeportación’ de los inmigrantes indocumentados. Romney perdió en 2012 en buena medida porque obtuvo solo el 27% del voto hispano, contra el 71% que obtuvo el presidente Obama. En comparación, el expresidente George W. Bush, el último republicano que ganó una elección presidencial, triunfó en 2004 con el 44% del voto hispano.
Lo que es aún peor para los republicanos, es que el voto latino podría ser más importante que nunca este año. Habrá un récord de 27,3 millones de votantes hispanos en 2016, frente a los 23,3 millones en 2012, según cifras del Centro de Investigación Pew. El número de votantes registrados latinos será un 40% mayor que en las elecciones de 2008.
Según otra encuesta reciente de votantes hispanos registrados realizada por Latino Decisions en estados que están en disputa entre republicanos y demócratas, el 45% de los latinos perciben al Partido Republicano como ‘hostil” hacia los hispanos, y otro 39% piensa que a los republicanos ‘no les importan” los hispanos. No es de extrañar, entonces, que el vicepresidente Joe Biden bromeara recientemente que las elecciones primarias del Partido Republicano son ‘un regalo de Dios” para el Partido Demócrata. Traducción: los candidatos republicanos difícilmente podrían estar ahuyentado a más votantes hispanos.
Trump tomó la delantera en esta escalada retórica contra los indocumentados mexicanos. ‘Están trayendo droga, están trayendo el crimen, son violadores…”. Cruz, Rubio y otros aspirantes republicanos no se han quedado atrás. Cruz apoyó los primeros comentarios de Trump sobre los indocumentados mexicanos en junio del año pasado, y recientemente ha tratado de superar la línea dura de Trump. Por supuesto, los tres candidatos republicanos argumentan que no son ‘antiinmigrantes”, sino que sólo están contra la ‘inmigración ilegal”. Pero, en política, las percepciones cuentan más que cualquier otra cosa, y la escalada retórica de los candidatos republicanos irradia hostilidad hacia todos los hispanos, no solo hacia los indocumentados.
Según estrategas republicanos, el voto hispano no importará mucho en 2016, porque los estados con mayor población hispana, como California, Texas y Nueva York, ya tienen su preferencia definida. Es cierto, pero hay otras grandes poblaciones latinas, como Florida, Nevada y Colorado, que podrían definir la elección.
Romney pensó que podía ganar sin el voto hispano en 2012, y se equivocó. Los tres principales candidatos republicanos están cometiendo ese mismo error, y es difícil ver cómo podrán suavizar sus actuales posturas en la elección general.