La industria nacional del software ha recibido un nuevo impulso fiscal mediante la prórroga del régimen de promoción de la actividad tecnológica que desarrollan unas 600 empresas argentinas, más de la mitad con fuerte penetración en los mercados externos.

Esta semana el Congreso de la Nación aprobó el proyecto de modificación de la ley de Promoción del Software, que otorga mayores beneficios fiscales a las firmas exportadoras y agiliza los trámites a las compañías, para que sean más competitivas a nivel mundial. La norma aprobada, además de prorrogar hasta 2019 los beneficios que vencían en 2014, permite a los exportadores netos -aquellos que casi todas sus ventas son en el exterior- utilizar el beneficio devengado, y facilita el ingreso al régimen de las pymes tecnológicas con mejores plazos para la certificación de calidad y otras cuestiones que pesan a la hora de realizar operaciones en el exterior.

No obstante de tratarse de una industria nueva, el software producido en la Argentina se exporta en un 55% y las ventas al exterior se han cuadruplicado entre 2002 y 2010. Entre 2003 y 2010 este sector triplicó su facturación hasta alcanzar los 2834 millones de dólares, una cifra que por sí sola señala la importancia de sostenerla con políticas promocionales como la establecida en la nueva ley surgida de un trabajo conjunto del Ministerio de Industria y los legisladores, con aportes de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos.

La nueva ley permitirá a la industria de la informática continuar con su desarrollo en el país, generando inversión genuina y creando puestos de trabajo calificado, mayoritariamente en el segmento joven, y un ingreso genuino de divisas.