Las autoridades de salud de Estados Unidos difundieron su preocupación por el recrudecimiento del llamado "virus del Nilo” causante de una enfermedad contagiosa que llega a ser mortal. Según el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades el brote actual supera, en los primeros ocho meses del año, a los índices históricos con 1.118 casos y 41 muertes desde que el virus fuera reportado en Nueva York, en 1999. Luego hubo picos de enorme virulencia en 2002 y 2003, totalizando 3.000 personas infectadas.
Uganda soporta esta enfermedad desde 1937, cuando fue descubierta. Es transmisible a los humanos a través de los mosquitos que pican a animales portadores del virus, generalmente pájaros, o a humanos contagiados y completan el ciclo con personas sanas. Las particularidades de la virosis es que el 80% de los infectados no tiene síntomas y el 20% restante puede presentar fiebre, náuseas, y dolores del cuerpo, de cabeza y un 1% desarrolla rigidez del cuello, desorientación, estado de coma y parálisis. También sorprende que a pesar de las fumigaciones realizadas en diversos Estados para controlar al mosquito, el problema se agravó debido a los últimos inviernos templados, temprana primavera y verano caliente en muchos en casi todo EEUU facilitando la reproducción del insecto transmisor.
En agosto aumentó el número de infectados y, de según la proyección, se prevé un incremento considerablemente en el resto del año mientras los epidemiólogos buscan una vacuna. El virus del Nilo, descubierto en Africa se extiende por la globalización y Argentina debe tomar sus recaudos. El cambio climático que favorece la propagación se plantea de igual forma en nuestro país.
