Poco a poco, uno a uno, se fueron yendo los Guevara (del barrio y de la vida). El barrio va cambiando muertes inevitables por niños que lo renuevan en llantos invictos y esperanzas. El pasado se revuelca con el futuro en abrazo pasional donde la vida sigue siendo protagonista principal.

Poco a poco se fueron los Guevara. El verde portón de chapas hoy está como no lo estuvo nunca: totalmente cerrado. Antes, uno podía ver el interior de la humilde vivienda ("corralón y después”, como en el tango) el amontonamiento de leña, alguna gallinita picoteando la tarde, un gato negro triste que quedó huérfano después de la muerte de "El Pocho”; y "El Negro”, enorme perro callejero, sombra vulgar y esfinge, que dormitaba grillos y acequias por donde ya no rezonga el agua.

Adán fue el último en irse. Dicen que callado como él era, repentinamente, cuando todas las mañanitas lo esperaban parado en el portal del corralón con su gesto adusto y su tristeza infinita.

Casi todos los días paso por la puerta. Ya no está "El Negro” echado junto al portón, mirando imperturbable hacia un adentro que es ostra muerta y sombra en flor. Seguramente se cansó de tanta esperanza lastimada.

Uno se pregunta si habrá podido salir el alma de Adán de esa caja musical construida con leños, navidades y azules fríos. Otros pueden creer que no ha querido salir de allí. El alma tiene el sagrado derecho de elegir caminos, como toda buena esencia perfumada de nosotros.

En una bella canción, Leonardo Fabio describe una fugaz historia de amor adolescente recostada en "El portón del Mario”. Me vino a cuento esta alegoría que me conmovió hasta las raíces al escucharla por primera vez, porque este portón verde viejo del reino gris de los Guevara ausentes se me antoja como una faja de cierre a similares historias donde el amor y la melancolía, los otoños puntuales y los vientos, los animales callejeros y las musas, han construido pacientemente los sentimientos. Por eso, entre otras cosas, nada será igual después de las ausencias.

(*) Abogado, escritor, compositor, intérprete.