En vísperas de la conmemoración del fallecimiento de Sarmiento, pareciera una paradoja, Pino Solanas, estrenó su película, "Oro sucio", contra de la actividad minera, como si él, por contar con la posibilidad de expresarse a través de imágenes agresivas y por haber sacado algunos votos más de los habituales de las mini minorías, decide ir contra la corriente poniendo en peligro una actividad tan proba o tan mala, como cualquier actividad del hombre.

Esta afrenta al Gran Maestro, al Gran Estadista, que impulsaba la minería como elemento de desarrollo en un país que lo necesitaba -hoy mas que nunca-, y que hace mas de cien años lo avizoraba, un cineasta poco serio, sin tener ningún conocimiento técnico, ni escrúpulos, ha salido a blandir una bandera, de un ideal político o no se cual otro y no a decir la verdad de la actividad.

La gran minería que tanto desprecia este político, ha provocado un gran cambio en San Juan y esta no es una apreciación caprichosa o interesada, es la real. Lo dicen las estadísticas y los índices económicos, que es con lo que nos tenemos que guiar, no con comentarios malintencionados, de charlas ni siquiera de café.

La minería ha provocado que nuestros hijos tengan un futuro mejor, que no tengan que emigrar, como otrora pasaba, o que debían entrar el círculo del empleado público por las dádivas de algún gobernante. Hoy muchos de estos que se fueron han vuelto.

Solanas no sabe nada, pero con el poder de las imágenes apocalípticas, manejadas como efectos especiales, pretende desprestigiar a una gran industria y expresa mentiras. Habla de los peligros de la contaminación minera, pero nunca lo hemos sentido hablar de la contaminación provocada al lado de su casa, por otras actividades, industrias, agro o en general, las que el hombre provoca por su sola presencia.

Solanas nunca ha dicho que la cantidad del cianuro que usa la minería, es solo el 5%, del usado en el país en otras industrias, que además los peligros de su uso no son los que él señala y, fundamentalmente, la minería es la única actividad que tiene una ley especifica para todo su control y que realmente se controla.

También habla del exceso del uso de "agua potable", que no es mas que la que usan dos o tres emprendimientos agrícolas de mediano tamaño, ya que todo el consumo es en circuito cerrado. Además no es potable, como no se cansa de decir: es agua extremadamente contaminada por minerales autóctonos y desde siempre, con un pH cercano a 2. Toda el agua que se consume en Veladero para beber, o sea la potable, se lleva desde San Juan en botellas.

Este personaje de aspecto paternalista pero de alma retorcida, seguramente hace esto con un fin determinado. No quiero pensar que es por intereses económicos, porque prácticamente de lo único que habla es de la empresa radicada en San Juan, demasiado evidente de que busca algo mas. Como sanjuaninos debemos defender nuestra actividad, no dejemos que vengan a decir qué tenemos que hacer y si no que Solanas venga a crear una actividad que nos permita vivir.

Posiblemente esta actividad tenga sus problemas, como todas, pero lo solucionamos entre todos, no con el desprestigio ni con la discordia. Por el contrario día a día mejorando, con acuerdos, no con discenso.

Defendamos nuestra posición todos juntos, alumnos universitarios, profesionales, sindicalistas, obreros, entes gubernamentales, universidades, consejos profesionales, federaciones empresarias, en fin todos aquellos que de una u otra forma hemos visto el crecimiento que ha producido una sola mina y demostrar que nuestros problemas los solucionamos entre nosotros sin que nadie venga a decirnos lo que debemos hacer.

Solanas debe atender los problemas que hay al lado de su casa. Que vea el Riachuelo, a las industrias que consumen el 95% del cianuro, el mal uso de los pesticidas y los herbicidas, ver a las petroleras, la polución, la contaminación de las napas freáticas y con los plásticos en comunidades donde habitan millones de habitantes. Nosotros entre todos vamos a desarrollar cada una de nuestras actividades, apoyándonos no peleando y sepa que las divisiones de nada sirven, solo hay que trabajar entre todos y no sacar provecho de actitudes indignas.

Como sanjuanino estoy muy orgulloso del desarrollo de la minería y la sabremos defender con lo que haga falta, dejando la ideología para otro momento, este no es el apropiado. Los sanjuaninos hemos votado y por mucho margen han ganado las ideas que estoy describiendo.

Los países crecen con todas las actividades de la mano, no con antinomias, sino con acuerdos, donde cada una apoya a la otra. Seamos claros, dejemos estas posturas apocalípticas y trabajemos entre todos, y si hay que realizar mas controles, los hagamos y sobre todo nos instruyamos para poder saber qué pasa o cómo se controla.

Hagamos un gran debate para instruirnos, en las escuelas, en las comunidades cercanas a los proyectos, en los medios de comunicación, en fin donde haga falta, y seamos nosotros los que decidamos nuestro futuro.