
El 26 de noviembre es el "Día Mundial del Olivo”, declarado por la UNESCO. Por tal motivo quiero hacer referencia a un ejemplar especial. Este olivo fue plantado el 29 de marzo del 2000 por el actual papa Francisco. Su placa tiene la inscripción: "Entre todos Educar para la Paz y la Esperanza”. Ofrecido por el Arzobispado de Buenos Aires fue plantado simbólicamente en la Plaza de Mayo como signo y compromiso de una Educación entre todos y para todos, por autoridades de la Nación, de la Ciudad de Buenos Aires y representantes de las Comunidades Educativas de Buenos Aires, en un acto Interreligioso y Ecuménico. En esta fecha la UNESCO rinde homenaje al olivo, ya que para esta institución este árbol contribuye al desarrollo económico y social sostenible de los pueblos. Siendo, además, una fuente de salud y de buena nutrición. El olivo es un árbol que simboliza sabiduría, fuerza, inmortalidad, esperanza. A su vez se ha reconocido el rol del olivo para con el cambio climático mundial siendo una barrera efectiva frente a las emisiones de CO2, la erosión de las tierras, la desertificación y generación de empleo. Los "aceites de Oliva Virgen Extra” poseen importantes beneficios nutricionales (Vitamina A, D, E, K y Antioxidantes) y medicinales (Disminución de cáncer, infartos de miocardio o ictus, gastrointestinales; prevención de diabetes y reducción de las infecciones bacterianas y víricas como el Covid 19 entre otros).
Sus hacedores se reconocen por ser ellos mismos quienes trabajan la tierra, cosechan y procesan la aceituna teniendo todos los cuidados necesarios para lograr un producto de altísima calidad. La madurez del consumidor argentino está avanzando paulatinamente y es él quien demuestra un interés por los AOVEs (Aceites de Oliva Vírgenes Extra) premiando con su elección a pequeños, medianos y grandes productores olivícolas. Es de destacar también que las fronteras productivas del cultivo del Olivo han sido ampliadas a lo largo y ancho del país, demostrando una adaptabilidad del árbol a climas y geografías totalmente disímiles a las condiciones de los principales centros productivos de Argentina y del mundo, generando pequeños polos olivícolas que proveen de aceite de oliva y aceitunas de mesa. Para las personas dedicadas a la Olivicultura y a su difusión el "Día de Mundial del Olivo” es una fecha muy importante en la agenda anual.
Riqueza sanjuanina
San Juan se distingue popularmente por su vitivinicultura. Pero también por ser una de las principales provincias productoras de aceite de oliva en el país. Es por ello que, entre todos sus atractivos turísticos. Tanto es así que hasta se hizo un itinerario para conocer esa riqueza que es la "Ruta del Olivo”, un itinerario que permite disfrutar el proceso productivo del sector olivícola provincial en toda su extensión. El clima, el suelo y el agua hicieron de esta tierra un gran tesoro que alberga oro líquido: el aceite de oliva sanjuanino.
Cabe recordar que en la época de conquista española, los conquistadores buscaban recrear en América los sabores de su tierra. Es por eso que trajeron a estas tierras tres productos: el trigo para el pan, la vid para el vino y el olivo para disfrutar de las aceitunas y, por ende, del aceite de oliva. Los olivos característicos de Cuyo y el Norte argentino crecen al pie de los Andes desde hace más de cuatro siglos. De estos olivos se obtienen aceitunas y aceites que se comercializan. Justamente, el aceite de oliva se obtiene triturando y "exprimiendo” las aceitunas, sin usar solvente alguno.
Por la Ruta 40, que cruza desde San José de Jáchal hasta la Quebrada de Ullum y los valles del Zonda y Tulúm, donde se concentran los mayores productores de los olivos. Turísticamente, es posible recorrer más de 10 establecimientos, distribuidos en 14.600 hectáreas aproximadamente, pasando por Rawson, Pocito, 25 de Mayo y Rivadavia, donde las condiciones climáticas son muy benéficas para las producciones. Entre los atractivos, hay dos viejos olivares con casi 350 años plantados por los jesuitas en Valle Fértil.
Por Ing. Agr. Leonardo Moral Torés
M. Sc. (C.O.I.) en Olivicultura y Elaiotecnia
