Es que en las últimas décadas se han firmado todo tipo de acuerdos de integración económica y política en Latinoamérica -como la Aladi, SICA, Pacto Andino, Mercosur, Unasur y CELAC- que se inauguraron con bombos y platillos y en la mayoría de los casos fueron rápidamente olvidados y se convirtieron en sellos de goma. Pero Piñera asegura que hay sólidas bases para pensar que la Alianza del Pacifico será diferente, entre otras cosas porque empieza con una gran ventaja: sus miembros ya tienen acuerdos de libre comercio entre ellos, y por lo tanto pueden concentrarse en metas más ambiciosas, como la creación de un frente unido para negociar pactos de libre comercio con Asia, el área económica más dinámica del mundo. "La Alianza del Pacífico busca una integración que va mucho más allá del libre comercio, porque busca una integración que permita el libre flujo de bienes, servicios, inversiones y de personas”, dijo Piñera.
Sumadas, las economías de los países miembros de la Alianza del Pacífico ya representan la novena economía mundial, y sus exportaciones totales son más del 50% de las exportaciones de Latinoamérica, añadió y son casi el doble del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). Uno de los principales objetivos del nuevo bloque será firmar un tratado de libre comercio con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), formada por 10 países entre ellos Indonesia, Tailandia, Vietnam y Singapur. Asean, a su vez, negocia acuerdos similares con China, Corea del Sur e India.
En la firma del Acuerdo del Pacifico celebrada en Antofagasta, Chile, el 6 de junio, los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile -con Panamá y Costa Rica como observadores- establecieron la creación de la primera bolsa de valores conjunta de Latinoamérica, que ya existe pero todavía no incluye a México. También acordaron la promoción de exportaciones conjuntas en países asiáticos, eliminar las restricciones de visas, y crear un sistema universitario conjunto para estudiar en cualquier país miembro. La Alianza del Pacífico procurará eliminar este año todas las barreras aduaneras y reglas de origen entre los países miembros, y creará un sistema supranacional de resolución de disputas que daría mayores garantías jurídicas a las empresas que deseen invertir.
Varios expertos son cautelosamente optimistas ante el nuevo bloque. "Veo esto como algo más serio de lo que se ha hecho en otros esquemas de integración anteriores”, dijo Antoni Estevadeordal, director de integración y comercio del BID. "Si hay voluntad política para acompañar el proceso, creo que podemos ver algo muy distinto y promisorio en la región”. Osvaldo Rosales, director de comercio e integración de la Cepal, señaló que "es una iniciativa interesante, con mucho potencial, pero que podría haber sido aun mas ambiciosa”.