En un intento por seguir con la conceptualización del fenómeno de la corrupción, un tema que en nuestro país sigue teniendo plena vigencia y actualidad, mencionaremos al académico Joseph Nye, quien al poner el acento en el cargo público señala que "la corrupción es un comportamiento que se aparta de las obligaciones normales de la función pública por motivos privados -familia, grupo de amigos, en torno cercano- pecuniarios o de incremento del status". Se puede distinguir: el soborno, como la utilización de una recompensa para alterar el juicio de una persona que actúa en una posición determinada. El nepotismo, cuando se otorga protección o privilegios por motivos de relaciones familiares en lugar de razones de méritos. Y la apropiación ilegítima o apropiación ilegal de los recursos públicos para uso privado.
Algunos economistas definen la corrupción relacionándola con el mercado: "Un funcionario público corrupto considera su cargo como una empresa cuyo ingreso intentará maximizar, el cargo se convierte en una unidad de maximización, el monto de un sueldo depende de la situación del mercado y de su talento para encontrar el punto de máxima utilidad en la curva de demanda". Nethaniel Leff agrega: "la corrupción es un instituto extralegal que utilizan ciertos grupos o individuos para influir en la burocracia en un grado mayor del que podrían de otro modo".
"La corrupción corresponde a un acto indebido o beneficio indebido a obtener, en el que hay un secreto del acto y su recompensa, y en el que se reemplaza el fin público por el interés privado del autor".
Por otro lado, el Premio Nobel de Economía del año 1974, el sueco Karl Gunnar Myrdal sostiene que "en los países subdesarrollados, mientras los empresarios privados no exhiben espíritu privado porque buscan la protección del estado, los funcionarios no exhiben espíritu público porque ven su función bajo el ángulo de su interés privado. Los papeles se invierten cuando los privados operan en la esfera pública mientras la esfera pública opera bajo el influjo del lucro privado". Así, Carl Friedrich dice: "la corrupción es un comportamiento desviado, asociado con una motivación particular que es la del beneficio privado a costa del público, es el perjuicio público lo que importa".
Amitai Etzioni cuestiona la forma en que el aparato estatal queda sujeto a las presiones del capital en el momento de tomar las decisiones más relevantes: "los plutócratas trabajan en la democracia corrompiendo la vida pública, intentan anular la fuerza del gobierno del pueblo y para el pueblo, transformándolo en el gobierno de los ricos, la corrupción política es perpetrada por interés privado en busca de favores públicos ilícitos y siempre encuentra algún funcionario dispuesto".
Las distintas apreciaciones vertidas nos permiten extraer las características salientes de un acto de corrupción: es un acto indebido o beneficio indebido a obtener, hay un secreto del acto y/o de su recompensa y se reemplaza el fin público por el interés privado del autor. A veces hay hechos sutiles y borrosos que son los "grises", ante lo cual, no nos quepa ninguna duda que el acto de sobornar a un funcionario para que decida a nuestro favor es considerado universalmente como un acto de corrupción.
Por Diego Salinas
Contador Público Nacional.
