Los referentes de la industria vitivinícola sanjuanina han recibido con beneplácito el anuncio de la ampliación del subsidio destinado al fraccionamiento de los vinos producidos en nuestra provincia, tanto para el mercado interno como el de exportación. El proyecto de ley para incentivar el envasado local redundará en una actividad que demandará mayor valor agregado y garantizará la legitimidad del origen del producto.

Estos beneficios serán más palpables en las bodegas pequeñas, que al no disponer de línea de envasado deben recurrir al fraccionamiento de sus vinos en establecimientos mendocinos, en particular, desde donde se comercializan como locales citando en sus etiquetas la firma y el lugar donde fue envasado y a veces de manera ambigua con la leyenda "origen San Juan\’\’ en el mejor de los casos, porque generalmente se transforma en un producto de Mendoza.

La nueva ley de promoción del fraccionamiento en origen que tratará en breve la Legislatura provincial es positiva tanto por proyectar el beneficio a todo el sector como por la actualización de los montos destinados al subsidio, ya que los valores actuales han sido devorados por la inflación. El régimen vigente rige desde principio de esta década y establece que el Estado pagará 2 centavos por litro, independientemente del volumen que fraccione cada bodega.

El nuevo proyecto prevé que los subsidios se fijarán de acuerdo a Unidades Tributarias, para evitar modificar la ley cada vez que se quieran actualizar los montos de manera que al aprobarse la norma, dentro de un mes, las bodegas fraccionadoras hasta 100.000 litros recibirán 1 peso por unidad y las que estén entre 100.000 y 1 millón tendrán 50 centavos por litro, en tanto la franja de 1 millón a 10 millones de litros, cobrarán 20 centavos de apoyo oficial.

En general es una política necesaria para toda una cadena de producción donde existe alta competitividad en el mercado interno y abrirse paso no es fácil, más si se trata de una empresa menor donde pesan los costos como el del fraccionamiento, obligando a vender a granel. En cambio, con el envasado en origen, el valor agregado se multiplica en mayores puestos de trabajo y de servicios conexos, en forma directa y en proveedores locales lo que redunda en la disminución de costos y potencia la eficiencia comercializadora. Es posible también que la norma aliente a la radicación en San Juan de capitales atraídos por estas ventajas competitivas.