Pese a su modesto origen y a los 41 años de su creación, la Sociedad de Chacareros Temporarios de San Juan sigue firme en su objetivo de que el Mercado Concentrador de Frutas y Hortalizas de Rawson, administrado por la entidad, se convierta en el mayor centro logístico proveedor de frutas y verduras, posibilitando ventas por mayor y menor en toda la provincia.
La sociedad nació el 29 de junio de 1974, después de una serie de reuniones en la que se puso a consideración la necesidad de contar con una entidad que trabajara en favor de los pequeños productores chacareros que hasta ahora hacen enormes sacrificios tanto para trabajar la tierra como para luego vender sus cosechas.
La conformación de una sólida comisión directiva, primero, y luego la compra de un predio de más de 8 hectáreas, sobre calle Progreso, en Rawson, fue la base del Mercado Concentrador que comenzó a funcionar el 3 de diciembre de 1995, reuniendo a varios centenares de productores, puesteros y operarios. Tal fue el impulso alcanzado por esta entidad que, de acuerdo a su conformación, es única en su tipo en Sudamérica, y una de las más grandes de las que se conocen.
Actualmente está presidida por Juan Carlos Giménez, quien además de estar orgulloso del desarrollo alcanzado por la sociedad, intenta que desde el Gobierno se implementen medidas para mejorar las condiciones del sector al que representa.
El mercado abastece a más de 2.500 verdulerías de toda la provincia y recibe diariamente en su dependencia entre 1.500 a 2.000 personas, muchas de ellas amas de casa, que concurren a comprar productos para el consumo diario. La institución ha crecido de tal forma que además de las amplias instalaciones donde funcionan los puestos de venta, hace poco más de un año inauguró un SUM (salón de usos múltiples) para actividades sociales y recreativas.
La Sociedad de Chacareros cuenta actualmente con unos 350 asociados, productores de tomate, berenjena, pimiento, ajo, lechuga, apio, acelga, repollo, brócoli, zanahoria, melones y alcauciles, entre otras ofertas. Las fincas que trabajan se ubican en Pocito, Santa Lucía, Rawson, Chimbas, San Martín y Rivadavia. Además, cuenta con herramientas agrícolas para que los socios hagan uso de ellas en sus parcelas, entre otros beneficios que hacen posible que la entidad siga consolidándose más allá de las dificultades económicas que cíclicamente atraviesa el sector.
