Es muy difícil establecer quién ganó o quién perdió tras este fin de semana de pura política. Cuando la elección nacional parecía esquivar la provincia, en 48 horas los sanjuaninos recibimos dos cachetazos que nos introdujeron de lleno en el debate de las elecciones presidenciales. Las visitas de Cristina Fernández y Miguel Ángel Pichetto, fueron, sin lugar a dudas, dos sorpresivas inmersiones en esa realidad que, además, nos dejaron una única e incontrastable afirmación: la contienda está tan peleada que hasta los votos sanjuaninos son importantes. Los 536.349 electores de San Juan representan solo el 1,67% del padrón electoral argentino. Estamos en el puesto número 13 del ranking nacional. Si bien en épocas de elecciones los candidatos a cargos nacionales sueles salir a conocer el interior, no recuerdo otra elección en la que casi se hayan juntado dos precandidatos a vicepresidente en esta provincia a tan poco del "Día D". No es que seamos importantes, es que de ambos lados de la grieta están preocupados.
Las encuestadoras siempre tienen diferencias entre sí. Casi siempre, en realidad. Porque trabajan con metodologías distintas o, por qué no decirlo, algunas son más proclives que otras a ceder ante los caprichos de quienes las contratan. Como en todos los rubros -en el periodístico también- hay quienes se equivocan y también están los que cometen "costosos" errores. Pero a menos de dos semanas de las PASO los muchachos menos aplicados van afinando el lápiz para evitar que esos "costosos" errores les redunden en descrédito. Mucha gente comparará los números de las encuestas más cercanas al día de los comicios con los resultados que arrojen las urnas, lo que impactará de lleno en la credibilidad de las consultoras. Muchos dicen que las diferencias entre las cifras de los sondeos y el resultado electoral surgen por el grado de definición que tiene el elector. Cuanto más cerca del cuarto oscuro, más decidido está el votante. Es cierto, pero hay formas de esquivar ese error; y los indecisos también son parte del cuento. Es decir, sabiendo que los números que se van conociendo cerca de la elección son los que hay que mirar con mayor confianza y a casi quince días de las Primarias, la mayoría de las encuestadoras ponen arriba a la fórmula Fernández-Fernández. Algunos trabajos miden que la diferencia entre una y otra lista está sobre los ocho puntos, otras hablan de sólo seis, y una buena cantidad de sondeos dicen que existe un empate técnico. Si la mayoría más o menos coincide, podemos afirmar entonces que la pelea será voto a voto.
Pero hay otros indicios para asegurar que la contienda será no apta para cardíacos: Macri se peleó hasta con José Luis Espert por un candidato. Y Alberto se instaló dos días en Santa Fe en busca del voto del campo, ese sector que le huye a su compañera de fórmula por la historia que ya todo mundo conoce. En un contexto distinto, probablemente ninguno hubiera tenido que hacer semejantes esfuerzos.
Y ahora, San Juan
La pregunta inicial de esta columna sobre quién de los candidatos sanjuaninos -Marcelo Orrego o José Luis Gioja- aprovechará mejor las visitas nacionales, insisto, es muy difícil de responder. Fueron dos fuertes sismos políticos muy cerca uno del otro, lo que hará más complejo saber quien obtuvo mayor provecho electoral. Para colmo, juegan en espacios sociales distintos: CFK le apuntó a la popular con un acto a estadio lleno y Pichetto a los empresarios, con una reunión. Será casi imposible saber si uno logró comerle votos al otro, porque la grieta es tan ancha que es poco probable que haya existido gente de un bando que haya estado atenta al candidato que está en la vereda de enfrente. Sí sirvió puertas hacia adentro y más al santaluceño que al diputado nacional, se puede arriesgar. Gioja reafirmó el caudal que ya tenía, pero terminó de repeler a los que lo veían de reojo. En cambio Orrego seguramente mantendrá los que lo apoyaron en la elección provincial y probablemente la visita de Pichetto le redunde en algo de apoyo del macrismo, el espacio que se ofendió con él por sus desplantes. Pichetto es un personaje de la política que va superando las primeras críticas por el cambio de bando, y se va posicionando como defensor férreo y comunicador intelectualmente fuerte. Esa solidez lo pone hasta por encima de algunos interlocutores que provienen del riñón macrista, los de la primera hora. Hoy suma. Los macristas de calle ya digirieron jugar con un peronista, y ahora no solo se montan a la jugada, la defienden, se sienten orgullosos de ella.
¿Y cómo impacta todo esto en Sergio Uñac?
El gobernador está en un lugar complejo, como le viene pasando desde 2015 y simplemente porque tiene la gestión sobre las espaldas. Todas las variables son peligrosas para él: si logra que su lista se imponga por amplísima mayoría, pero después vence Macri a nivel nacional, el macrismo se lo cobrará con la gestión. Seguro. Si pierde en San Juan, pero vuelven a dominar los Fernández, esa Casa Rosada K también le hará pagar facturas. Uñac tiene que volver a sacarle lustre a su cintura política para no producir fisuras que luego le compliquen la gestión. Y lo está haciendo: probablemente haya pasado desapercibido, pero tanto Cristina como Pichetto, quienes están en los extremos más lejanos de la grieta argentina, en lo único que han coincidido es en ponderar al gobernador sanjuanino. CFK se dirigía a él y a Gioja de manera permanente y le agradeció al gobernador el trato provincial. Habló de las obras que ella y Néstor Kirchner hicieron en San Juan con Gioja, por supuesto, porque tiene que ver también con su historia y con la de su esposo. Pero no desconoció el liderazgo político del pocitano en ningún momento. Del otro lado de la vereda, Pichetto dijo ayer en una entrevista radial que el gobernador sanjuanino tiene chances de liderar la renovación política que se viene. El "post-kirchnerismo", le llamó. En cambio tuvo algunas fuertes críticas hacia Gioja y muchos otros del peronismo nacional. Es cierto que Pichetto está en campaña y que no puede pelearse con los gobernadores, pero también es real que ayer puso a Uñac en un rol protagónico, por encima del resto. Pudo haber ponderado al mandatario sin ubicarlo en semejante lugar, pero lo hizo así. Se puede decir que el gobernador está sorteando la grieta, pero habrá que volver a hacer este análisis con los resultados en la mano, sobre noviembre aparentemente.