Las imágenes muestran el estado deplorable de la vegetación de la fábrica de carburo abandonada y el canal que pasa a un costado de la misma.

Hace 23 meses, casi 2 años ya, que la fábrica Electrometalúrgica Andina, también conocida como la fábrica de carburo dejó de funcionar. Este predio gigantesco presenta un panorama desolador, debido al abandono y el constante vandalismo que la mínima seguridad de la planta no puede controlar, se suma otro problema que afecta a toda la zona. El bosquecito de eucaliptos que rodea la planta, se está secando. Ya se han perdido más de la mitad de los ejemplares y la misma suerte parece estar echada para el resto que aún lucha por sobrevivir en un terreno erosionado y en total abandono. La mayor ironía es quizás que este pequeño vergel, casi seco, es atravesado por el "Canal del Norte” o Canal Céspedes, una de las principales arterias hídricas de nuestra provincia, que a su vez, alimentaba la central hidroeléctrica de la fábrica abandonada. Desde allí se entuba y pasa bajo el río San Juan, para salir en Las Tapias y continuar su camino hacia el Este de la provincia. Pero ni una gota de este abundante acuífero va a parar a la moribunda flora de la zona. La razón es que el nivel del canal es más bajo que el terreno donde están los árboles. Por lo que sin la bomba de riego que funcionaba cuando la planta estaba activa, no es posible regar las plantas. En una provincia árida cómo la nuestra, cada árbol y demás ejemplares de la flora que muere, constituye un paso atrás en la constante lucha que nuestro pueblo lleva, desde inmemoriales épocas, contra la sequía para convertir el desierto que rodea el Valle de Tulúm en un vergel habitable. Está situación es una verdadera emergencia ambiental y como tal debe ser atendida de inmediato para evitar que la totalidad de los árboles se pierdan.

 

Fábrica emblemática

Electrometalúrgica Andina fue una de las empresas que más mano de obra generó en San Juan. Pero el alto valor de la tarifa eléctrica y las malas administraciones fueron demasiados problemas para una fábrica que no pudo superar las inestables situaciones económicas del país. Estos motivos desencadenaron en una paralización de su producción que lleva 23 meses, con más de 300 trabajadores en la calle. La firma supo exportar a más de 60 países. Sin embargo hoy es un cementerio de chatarra abandonada.

 

Por Antonio Díaz Ariza
Docente-Escritor