Después de las conocidas críticas públicas de Ricardo Darín a la Presidenta de la Nación, recibió una extensa respuesta en la que la jefa de Estado le recordó al actor que había estado detenido en los "90 en una causa de contrabando. En verdad, Darín aún reclama ante la Justicia que le devuelvan los 55.000 dólares de una camioneta que le fue decomisada y rematada hace casi 20 años. El 10 de marzo de 2009, la Justicia sobreseyó a Darín.
En el entredicho, el actor no hizo más que sumar una pregunta con nombre propio a la postura equidistante y ajena a cualquier alineamiento político que sostiene en público desde hace mucho tiempo. Luego de leer la carta en la que Cristina Fernández de Kirchner respondía a sus interrogantes, Darín reflexionó: "La verdad, estoy muy sorprendido. Está muy bien que me haya contestado, pero creo que la Presidenta ha cometido un error de interpretación. Lo que yo pedí en una nota que di hace dos meses con un periodista amigo es que estaría bueno que todos los funcionarios demostraran el modo en qué lograron su patrimonio; no hablé sólo de la Presidenta. Era una charla sobre la ética de los funcionarios en la que dije que me parecía que sería bueno que mandaran a sus hijos a escuelas públicas y se atendieran en hospitales públicos".
En mayo de 2012, como invitado al ciclo televisivo TVR, Darín habló de dos posiciones enfrentadas, desde las cuales se trata a ciertos programas con demasiado fanatismo, y dijo que no formaba parte de ninguna de ellas. Allí manifestó: "Tengo esa libertad y no quiero ser rehén". Con esa misma libertad y con el mismo respeto que lo ha hecho, el actor, al igual que cualquier ciudadano, puede disentir con quien gobierna sin necesidad de ser humillado para que nunca más se anime a objetar algo.
En el mundo binario en el que se mueve cierta facción del oficialismo, tal vez pueda verse como un fracaso que una de las figuras artísticas de mayor presencia local y proyección internacional no haya querido nunca sumarse al grupo de figuras del espectáculo de clara posición oficial. Ricardo Darín es un hombre con una fuerte sensibilidad social y humanista: así lo ha demostrado con su apoyo a las iniciativas de Greenpeace o Red Solidaria.
Lo requerido por el actor no debiera ser considerado como una agresión, sino por el contrario, como un derecho de los ciudadanos a pedir a sus representantes explicaciones que deberían ser normales en cualquier sociedad regida por normas transparentes de acceso a la información pública.
