El anuncio de la instalación en Caucete de una feria de artesanías, pero seriamente sospechada de comercializar diferentes productos, desde prendas de vestir hasta electrónica, una especie de ‘saladita” ambulante, provoca no solo el malestar en los comerciantes establecidos en ese departamento, sino que generó una fuerte polémica en torno a los perjuicios ocasionados por ese sistema de venta, y la oportunidad de ponerlo en práctica en esta época del año, al finalizar la cosecha.

El municipio autorizó el funcionamiento de la feria itinerante denominada ‘Sin fronteras”, que goza de una serie de prerrogativas con respecto a las exigencias que tiene el comercio instalado en forma permanente en el departamento. Los comerciantes sostienen que estos vendedores ambulantes compiten en forma desleal porque no están obligados a tributar una serie de impuestos, no emiten facturas, no pagan servicios, ni ocupan personal local.

En un país que está empeñado en transparentar la totalidad de sus actividades, como una forma de combatir la corrupción, no se deberían promover sistemas de venta que no se ajusten a las normas en vigencia para las actividades mercantiles. La venta en negro no representa beneficios para la gente. Por el contrario, la hace cómplice de una maniobra fraudulenta y la somete al engaño vinculado a la calidad de los productos que se le ofrecen y de dudosa procedencia, según han denunciado las cámaras empresarias.

Se anunció que la feria ‘Sin fronteras” estará en la ciudad de Caucete durante 10 días, tiempo suficiente para ocasionar un serio impacto económico en el comercio del lugar y del resto de la provincia, como se encarga de señalarlo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), al expresar su preocupación y repudio, por el oportunismo de llegar a San Juan en una época en la que aumentan las ventas una vez finalizada la cosecha. El único beneficiario podría ser la Comuna, que alquiló el predio municipal en Ruta 20 y Paula Albarracín y proveyó de servicios, como energía eléctrica.

La Cámara de Comercio del Interior dio su apoyo a los comerciantes cauceteros, que al igual que la CAME alertan a las autoridades porque, señalan, estos comercios encubren un negocio millonario diseñado por mafias organizadas que desarrollan un sistema de trabajo esclavo, trata de personas en talleres clandestinos, contrabando, falsificación, robo y piratería de mercadería, inseguridad, competencia desleal, narcotráfico y corrupción, de acuerdo a un documento difundido a nivel nacional.