<br>
Preocupados por la noticia de que el Colegio Argentino de Asunción de Paraguay cierra, que funciona en la que fuera la casa póstuma de Sarmiento, lugar físico donde murió, visitamos esa escuela. Como sanjuaninos, confesamos que la emoción nos embargó al pisar las mismas baldosas que pisara el prócer. La construcción se mantiene intacta, con los pisos de ladrillos y las paredes de madera con alfajías verticales para darle firmeza, tal como sale en la última fotografía que se le sacara al prohombre muerto, como era la usanza de la época. Vecino al predio, funciona el Gran Hotel del Paraguay, de estilo colonial y continuador de la obra de Silvio Andreuzzi, que compró la casa original a Elisa Alicia Lynch (Madame Lynch), viuda de Francisco Solano López, prócer, héroe y mártir del Paraguay que murió en la guerra de la triple alianza, combatiendo junto a sus soldados y cuyos restos yacen en el Panteón de los Héroes, en la Plaza Principal de Asunción.
Fuimos atendidos por la directora del Colegio, licenciada Sonia Bernal Kaufele y las maestras que en ese momento estaban dando clases. Se trata de un establecimiento inclusivo, donde se educan también niños con capacidades especiales, absolutamente integrados y sin discriminación, lo que favorece notablemente su desarrollo. Aparte de las materias comunes de la enseñanza primaria y media, como lengua, gramática, matemáticas, geografía e historia, se enseña especialmente historia y geografía argentinas, junto con la historia y la geografía del Paraguay. Van allí no sólo niños de nacionalidad paraguaya, sino también niños argentinos e hijos de argentinos. Cuenta con un personal compuesto por 38 personas entre maestras, directivos y no docentes, cuyo costo de sus sueldos es de alrededor de 800.000 pesos argentinos mensuales. La propiedad del Colegio es de la Embajada Argentina y funciona como Institución de Enseñanza Privada y con la cuota que pagan los alumnos, se sostienen otros gastos.
"Por razones presupuestarias”, por ahora, se ha decidido su cierre definitivo a fin de año, como si fuera una gran paradoja: Sarmiento, que dedicó su vida a fundar escuelas en todas partes, pregonando que "hombre, pueblo, Nación, Estado: todo está en los humildes bancos de la escuela”, la que funciona en la que fuera su última morada "¡Se cierra!”.
Escribimos en el pizarrón un mensaje, a modo de homenaje a las maestras allí presentes: "Cuando una escuela cierra el país atrasa” lo que provocó las lágrimas de las educadoras. Si pensamos que el costo de esta escuela se financia con tan sólo el equivalente a 5 jubilaciones de privilegio, las que cobran los políticos por el sólo hecho de haber obtenido alguna vez un cargo, sin aportes correlativos y por el tiempo necesario para poder cobrarlas, se comprenderá el despropósito de la decisión y que ésta debe ser revocada. En esta misión debemos estar todos los argentinos y en especial, los sanjuaninos, con el señor Gobernador a la cabeza. No debe descartarse que entre los fondos que se envían y los que llegan a la escuela efectivamente, se pueda haber "caído”, quizás, "alguna moneda” y por un error de la información real se ha llegado a un error del cálculo, llevando a tomar tan desafortunada decisión.
También nuestros legisladores nacionales deben tomar nota de lo que está por ocurrir y asumir su responsabilidad, recordándole al embajador argentino en Paraguay, Héctor Antonio Lostri, asumido este año, que cuando hizo la presentación de sus credenciales, dijo que traía el mensaje del presidente Macri de "unir más los pueblos argentino y paraguayo y trabajar en conjunto”.
Estas palabras no se condicen con el cierre del Colegio Argentino en Asunción.
Por los doctores Silvia Manzini de Adarvez y Oscar Adarvez
Abogada y delegada del ICOM y abogado, respectivamente.